Duarte: "Mejor jugar al aire libre"

La batalla por albergar la final de la Copa Davis entre España y Australia (8 a 10 de diciembre) comenzó a resolverse ayer en Santander. En una reunión que celebraron Agustí Pujol, presidente de la Federación Española, y el G-4 (grupo de cuatro capitanes) se concretó claramente que si la final debe disputarse en pista cubierta, la sede será el Palau Sant Jordi de Barcelona. La única opción que desbarataría esta tesis es que se jugase en pista exterior. Entonces, Sevilla -que no ha presentado candidatura- tendría alguna opción. La decisión se conocerá en los próximos días, pero lo que está claro es que la Federación agotará todos los canales para intentar jugar en una pista abierta. Así se lo pedirá a la Federación Internacional."Para nosotros jugar al aire libre es la mejor opción", señaló Javier Duarte, en representación del grupo técnico y de los jugadores. "Ahora bien, si me dicen que puede haber un huracán, entonces no voy al aire libre. Si jugamos al descubierto es porque se garantizan unas condiciones idóneas, que nos confirmen estadísticamente que en aquellos días de diciembre no ha llovido ni ha hecho viento allí en los últimos años. Si encontramos eso, lo preferimos a la pista cubierta. Y sé que el presidente de la Federación nos apoyará".

Duarte habló de Las Palmas o de Sevilla, pero volvió a matizar las condiciones que el G-4 requería. "Lo que sí está claro es que jugaremos al nivel del mar. Nunca con altura, porque el efecto es el mismo en pista cubierta que al aire libre. La altura se nota muchísimo. Y la consecuencia es que Philipusis saca a 220 en altura y a 200 a nivel del mar, y Rafter igual". Esta premisa descarta por completo la carta de Madrid, que había anunciado una aportación económica global de 600 millones de pesetas por la final.

"Jugar al aire libre es lo más favorable para nuestros jugadores", indicó Agustí Pujol, presidente de la FET. "Sin embargo, nadie puede asegurar la victoria en ninguna cancha. Y no podemos olvidar que se trata de un acontecimiento mundial. La Federación Internacional nos exige que la final se dispute en una gran ciudad y que garanticemos el desarrollo normal de los partidos, o sea, que el tiempo no los perturbe. Esto nos cierra ya muchas puertas. Y si debemos jugar en cubierto, Barcelona tiene muchas opciones".

Al margen de la elección de la sede, ayer Agustí Pujol explicó las condiciones económicas que van a regir para los cuatro capitanes del equipo. "Acordamos desde el principio que entre los cuatro se repartirían el sueldo del capitán anterior (unos 12 millones de pesetas), y que si llegaban a la final la cifra aumentaría hasta 24 millones. Si la ganan se repartirán 36 millones". Duarte, que en las tres eliminatorias del G-4 ha actuado como capitán, ironizó: "Llegamos a la capitanía como cuatro gangsters, seguimos como cuatro gilipollas, y ahora somos cuatro ganadores".