La mayor frecuencia de 'ferrys' reduce la espera de los pasajeros de la operación 'Paso del Estrecho'

Aunque las incomodidades nunca les abandonarán por completo, los inmigrantes sí comienzan a notar algunas mejoras en su cíclicos éxodos. Los pasajeros de la operación Paso del Estrecho (trabajadores magrebíes en países de la UE que utilizan el puerto de Alicante con destino a los países del norte de África para pasar sus vacaciones estivales) han dejado atrás las interminables esperas, a veces de una semana completa, en el recinto portuario antes de embarcar en el barco con destino a Orán. Este año, debido a la mayor frecuencia de buques, la espera máxima es de 24 horas. "Podría haberme ido esta tarde, pero me voy en el ferry de mañana", comentaba un emigrante en la tarde del viernes en la estación marítima. Este recinto, a esa hora, era un auténtico hervidero. Unos se afanaban en sacar el billete, otros desempaquetaban y volvían a empaquetar el sinfín de enseres con los que viajan, y otros hacían cola para dirigirse a la puerta de embarque. Un área del puerto ha sido acondicionada para pasar la noche y embarcar en el buque que zarpa a primera hora de la mañana.El número de pasajeros de la operación Paso del Estrecho, como inicialmente había previsto la Administración, crece en relación al año anterior. Desde el pasado 15 de junio, cuando oficialmente comenzó el dispositivo, y hasta el 19 de este mes, los inmigrantes que han pasado por el puerto de Alicante con destino a Orán han sido 36.681, lo que supone un 21% más que en el mismo periodo del año anterior.

Pese al aumento de viajeros, el tiempo de espera se ha reducido. La clave ha estado en la mayor frecuencia de ferrys dispuesta por la empresa concesionaria del servicio Alicante-Orán, la mercantil Romeu y Cia. Hasta el pasado día 19 habían zarpado 46 buques cargados con inmigrantes magrebíes, 15 más que en 1999.

Consecuencia del menor tiempo de espera ha sido el considerable descenso en el número de asistencias de carácter social (peticiones de intérpretes para cuestiones burocráticas), que hasta ahora suman 1.005, es decir, un 60% menos que el año anterior. También se ha producido una disminución del 30% en las asistencias sanitarias (476 frente a 680 casos). La Administración ha destinado 100 millones al dispositivo.