Prioridades para Castellón
Un nuevo incendio ha vuelto a borrar lo poco que nos queda de nuestro entorno. Ya han empezado las batallas entre políticos pero el incendio ya lo ha quemado. Ya hace casi dos semanas que llevan paralizándose las obras de la carretera Cabanes-Oropesa. Unos que se llaman Coordinadora dels Pobles se ven suficientemente legitimados para cada día plantarse ante las máquinas y no dejar que trabajen. Más gente así hace falta: organizados y dispuestos a parar el progreso destructivo.La polémica carretera, el aeropuerto, la carretera que quieren hacer pasar por la Sierra de Espadán, lo que está pasando en el pinar, la contaminación de la industria química, el cambio climático, el abuso de los coches para las distancias cortas y el desuso del transporte público, la falta de escuelas en los pueblos, de médicos, de centros para la tercera edad, de oferta cultural, el mal estado de las carreteras ya construidas... (tendríamos que poner 20 líneas de puntos suspensivos).
Parece que la clase dirigente no sepa ver cuáles son las prioridades de los pueblos de Castellón y sólo vean su beneficio aunque el coste ecológico sea desmesurado, aunque la pobreza exista en todos los sitios, en todos los pueblos. Cada vez más nos acostumbramos a la desaparición de la naturaleza. A base de incendios, de carreteras estúpidas y de aeropuertos subnormales. El labrador no tiene suficiente agua y Fabra quiere más campos de golf y parques temáticos. La desigualdad crece porque quieren ser más ricos y nos quieren ver pobres. La conexión entre destrucción del medio ambiente y favorecer a los más ricos es bien cierta. La dependencia entre pueblos y ciudad, ¿a quién beneficia?
Este modelo de desarrollo nos lleva a la destrucción de lo poco que nos queda y además de que hay un incendio son tan incompetentes los que gobiernan que son incapaces de hacer lo que hay que hacer (incluso Troncho parece ecologista). Tantos presupuestos desmesurados en fa(b)raónicas obras y tan capacitados para defender las casas de los ricos a pesar de se queman las de los pobres (¿demagogia? No creo). ¿Qué pensará Aznar?, si es que piensa.-Sergi Salvador Peris. Onda.
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