Subvenciones del 30% para la rehabilitación de edificios del núcleo antiguo de Gràcia

El núcleo antiguo de Gràcia quiere seguir los pasos del de Ciutat Vella en cuanto a la rehabilitación de las viviendas antiguas y con problemas de deterioro o degradación. La Generalitat declaró área de rehabilitación la zona comprendida entre el paseo de Sant Joan, la calle Torrent de les Flors, Travessera de Dalt, Gran de Gràcia, Rambla de Prat, Gal.la Placídia, Riera Sant Miquel, Diagonal y Còrsega. Lo que conforma el núcleo antiguo de Gràcia concentra más de 21.000 viviendas de las que 17.668 -el 83% -fueron construidas antes de 1970 y 12.218 se levantaron antes de 1940. En esa misma zona reside el 50% de la población del distrito mayor de 65 años y que vive sola, con una capacidad económica familiar 12 puntos por debajo de la media del distrito, según datos facilitados por el distrito. El convenio firmado ayer por la Generalitat y el Estado supone la aportación de 115 millones de pesetas al proceso de rehabilitación para lo que resta de 2000 y para el año 2001. "No se puede decir que sea una gran cantidad, pero sí importante para empezar y para arrastrar a la iniciativa privada", explicaba ayer la responsable de la oficina de rehabilitación de Gràcia, Pilar Marsans. En la práctica supondrá el 30% del coste de cada intervención, con una subvención media de 300.000 pesetas. La previsiones de la oficina de rehabilitación son el restablecimiento de 165 viviendas durante este año y algo más de 200 en el 2001.

Algunas de las condiciones que se exigen para poder acogerse a la subvención son éstas: no vender la vivienda en un plazo mínimo de cinco años, que sea la residencia habitual y que tenga un mínimo de 10 años. El tipo de rehabilitación de las viviendas podrá ser de elementos estructurales, como los patios comunitarios, la implantación de nuevas conducciones de servicios o la colocación de ascensor, entre otros. También se podrá optar a las ayudas en las obras para obtener la cédula de habitabilidad o la ampliación de las viviendas hasta un máximo de 120 metros cuadrados.

El concejal del distrito, Ferran Mascarell, y los representantes de la Generalitat y el Estado coincidieron en señalar que en rehabilitación lo importante es arrastrar a la iniciativa privada. En Ciutat Vella se ha conseguido que una peseta de inversión pública genere cinco privadas. No obstante, ha sido un proceso lento ya que el plan de rehabilitación de ese distrito empezó hace más de una década y fue a partir de 1997 cuando se disparó el ritmo de restauración de las viviendas.