"La gente quiere reconocerse en la identidad del lugar donde vive"

El rector del Instituto Universitario de Arquitectura de Venecia (IUAV), Marino Folin, entiende el trabajo de los arquitectos como una apasionante actividad que debe dar respuesta a necesidades funcionales, técnicas y de confort, sin olvidar crear valores simbólicos y estéticos. Es complicado, dice el responsable de la primera escuela de Arquitectura de Italia, con cerca de 10.000 alumnos, porque se debe alcanzar un equilibrio entre los aspectos artísticos, humanísticos y de ingenieria. Folin cree que el auge de la Arquitectura se debe a algo más antiguo que la moda de convertir en estrellas a los autores de los grandes proyectos. "Es la necesidad del mito, de conseguir algo que vaya más allá de la mera funcionalidad, de un mundo diverso".Folin mira a la Historia para encontrar argumentos. "Parte de la gente reclama calidad en su espacio urbano, en la arquitectura que construye la ciudad", explica. "En los años 50 y 60 nos acostumbramos a una ciudad feísisma, pero de ahí ha surgido la necesidad de crear espacios urbanos de calidad. Una parte de la gente común necesita identificarse con un diseño urbano fuerte, como en el Medievo ocurrió con la construcción de las catedrales góticas, o en el Renacimento con los grandes palacios. Quiere reconocerse en la identidad del lugar donde vive, es una necesidad muy fuerte. Y muy antigua".

El rector coordina la reordenación de las instalaciones de la Escuela de Arquitectura de Venecia, que distribuirá sus dependencias en tres edificios: un convento del siglo XVI, una antigua fábrica de algodón de finales del siglo XIX y un edificio de nueva construcción que ocupará el solar de unos pabellones frigoríficos a pie del canal de la Giudeca.

La parte contemporánea de la escuela, que estará acabada en la primavera de 2003, es un proyecto del arquitecto español Enric Miralles, fallecido el pasado 3 de julio a los 45 años. Folin presentó ayer el diseño, elegido entre 500 propuestas de estudios de arquitectura de todo el mundo, en los Encuentros de Arte y Cultura que se celebran en Bilbao.

Los tres edificios que formarán la escuela constituirán una singular lección de arquitectura: "Son los ejemplos de las tres etapas los que constituyen la ciudad de Venecia".

Folin señala que el mérito del edificio de Miralles -"un gran talento creativo, en la mejor tradición española y, en especial, catalana"- radica en ofrecer servicios a la escuela universitaria y a la ciudad de Venecia, con su auditorio, sala de exposiciones, librería y restaurante abiertos al público. "Sirve a funciones ligadas a la vida universitaria y a otras colectivas. A través de él, la Universidad se abre a la ciudad y tiene la propiedad urbanística de recalificar una parte de la ciudad que actualmente es marginal".

En un área en la que la ciudad histórica se mezcla con ruinas industriales carentes de valor artístico, se levantará un edificio de fachadas blancas, como muchas iglesias y palacios venecianos, con un gran pórtico que permite ver al otro lado parte del casco urbano de Venecia.

El interior del edificio, muy complejo, fragmentado en multiples espacios, desemboca en un campiello, una de esas pequeñas plazas venecianas. "Miralles ha reproducido el tejido urbano de la ciudad", explica con admiración Folin. "Recupera el espíritu de Venecia, con una forma completamente nueva", añade.