Gracias, maestro
Las letras están de luto. La poesía ha quedado huérfana del poeta más europeo que con nosotros vivía. Se ha quebrado la voz de la poesía lúcida, abierta al interior último del ser, al único abismo, al silencio desgarrador. Nos quedan sus versos magistrales de No amanece el cantor. Nos queda su memoria en sus escritos de insolente palabra, en los que cincelaba sosegados versos en las olas del poema. Ha desencarnado José Ángel Valente. Ha callado la revelación de la palabra encarnada en este poeta magistral.Lo que él esperaba ha ocurrido: la palabra le ha dejado para siempre y a nosotros nos queda, nos ha dejado, la palabra resucitada con cada lectura de Al dios del lugar; y nos deja/queda Nadie, nos ofrece/quedan sus Fragmentos. Gracias por escribir de esa manera tan intensa y tan profunda maestro.-Enrique Villagrasa. Tarragona.
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