Rodríguez Zapatero rechaza la etiqueta de renovador en el PSOE

El candidato José Luis Rodríguez Zapatero eludió anoche en Mérida colgarse la etiqueta de renovador: "No me siento mas que socialista y ciudadano español, que son las dos cuestiones que en mi actividad pública me motivan: mi ideología y la defensa del país. Creo que el socialismo como concepto tiene tal riqueza que no necesita apelativos que le añadan algo que además es coyuntural". Eso sí, con Rodríguez Ibarra a su lado, Rodríguez Zapatero no olvidó que se encontraba en terreno difícil, donde la apuesta para la secretaría general es Matilde Fernández.

Rodríguez Zapatero hizo una llamada de atención a Fernández, quien durante la campaña se ha presentado como la alternativa al "discurso vacío" de los renovadores: "El discurso antes de analizarlo hay que conocerlo. Lógicamente, los delegados lo conocerán y lo juzgarán. Pero tengo la impresión que una candidatura como la que represento, que al principio partía de una posición de desconocimiento y con una expectativa muy limitada, en poco tiempo ha recorrido un camino importante y ha ido sumando simpatías y apoyos. Algo tendrá que ver en ello el contenido y las ideas". El candidato insistió en la necesidad de cambio del partido: "Tiene que modernizarse, tiene que reforzarse, necesita un diálogo permanente con la sociedad y tiene que poseer una actitud de mira permanente. Ése debe ser el debate en el congreso federal".Rodríguez Zapatero apostó por un debate "de ideas, no de personas; de proyectos, no de familias; un debate que tenga la capacidad de explicitar ante la ciudadanía que lo que nos interesa no es determinar quién va a ser el secretario general, sino que lo que interesa es la capacidad de entrega y de esfuerzo de la mayoría de la militancia, para ponerlo al servicio de esa alternativa que los ciudadanos quieren ver con nitidez en el PSOE".

A su lado, el secretario general de los socialistas extremeños y presidente de la comunidad, dejó claro su papel en el Congreso: "Trabajar para que salga una ejecutiva fuerte, que dé confianza a la militancia y al país".

Rodríguez Ibarra no excluyó la existencia de pactos: "Me gustaría que no hubiera una segunda vuelta, que se eligiera la ejecutiva por el método tradicional; es decir, que hubiera un candidato que hiciera su ejecutiva intentando la mayor integración posible de todo aquel que fuera útil para el partido".