_
_
_
_

Leopoldo Ferrán y Agustina Otero presentan en Navarra una 'acupuntura' del espacio

Los artistas Leopoldo Ferrán y Agustina Otero responden en el último de sus trabajos a algunas de las interrogantes que plantea todo espacio vacío mediante una suerte de acupuntura espacial. La pareja de artistas ha presentado en las salas del palacio medieval de Arazuri, a unos cinco kilómetros de Pamplona, la instalación Aptitud, potencia u ocasión para ser o existir las cosas, una obra creada con aluminio y cincha de algodón que establece un peculiar diálogo con el medio físico.

Con la instalación Aptitud, potencia u ocasión... en Arazuri, en las salas que gestiona en el palacio la galería pamplonesa Lekune, Ferrán y Otero cierran una intensa temporada de exposiciones. Sus obras han sido presentadas en los últimos meses en el Museo Guggenheim de Bilbao, dentro de la colectiva La torre herida por rayo, en la feria Arco, en la Chapelle de la Salpêtrière (París) y en el Centro de arte contemporáneo de Abarca de Campos.Las instalaciones de Ferrán y Otero han estado siempre determinadas por el lugar para el que se creaban. No obstante, éste es el primer trabajo de la pareja que se ubica en dos lugares distintos. Creado para uno de los espacios artísticos más interesantes de París, la Chapelle de la Salpêtrière, ha sido adaptado a las demandas que plantean los muros medievales del palacio de Arazuri.

"Siempre nos hemos referido a una idea de acupuntura porque hemos trabajado con un sistema que nos permite pinzar el espacio", explica Leopoldo Ferrán. "Nos proporciona un punto y una línea de tensión. Pinzando lugares del espacio activamos otras zonas y generamos geografías, que es otra idea recurrente de nuestro trabajo".

Para crear la instalación, Ferrán y Otero, afincados profesionalmente a caballo entre la localidad navarra de Ituren y un estudio que las ha cedido el Ayuntamiento de Hondarribia, han utilizado aluminio y cincha de algodón, materiales muy sencillos y cómodos de trabajar, con los que han trenzado una constelación de pinzamientos que desborda los propios límites espaciales de las galerías para huir a través de las puertas hacia puntos muy distantes.

"Es una instalación operativa. Funciona como un sistema y eso ha permitido su recreación", explica el artista vasco.

El filósofo Marcos Zapiain señala en el catálogo editado con motivo de la obra: "Si bien Leopoldo y Agustina, para aquellos a quienes no conocen, no son nadie sin su arte, sus instalaciones lo son todo, incluso sin Agustina ni Leopoldo. Su arte es el arte de crear belleza y esa creación, como toda creación verdadera, es ajena al sujeto creador, es impersonal (...) y no es intelectualista en absoluto: hay que utilizar la inteligencia para representar un árbol, pero una iglesia llena de huevos se crea como la gallina pone el huevo, como crea la naturaleza. Y la naturaleza no necesita pensar para crear".

Los artistas consideran que gozan de la ventaja de enfrentar al espectador a universos amplios que acentúan la posibilidad de que disfrute de un arte absoluto, porque las instalaciones no son cosas representadas. No lo son en el plano figurativo. Son cosas en sí mismas. Son objetos reales y completos. Y es que ese es el objetivo máximo de unas instalaciones que se desmontan y nunca más vuelven a cobrar vida y que tienen, además, un muy difícil encaje comercial.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_