Una productora española filma por primera vez una sociedad secreta guineana
El viaje al interior de las selvas guineanas del periodista e investigador etnográfico José Manuel Novoa en busca de la sociedad secreta de los bandjis (iniciados) se ha plasmado en Bueti, un documental de 52 minutos. National Geographic ha comprado esta producción de Transglobe Films e Impala para emitirla en 190 países. Novoa es el primer hombre blanco que se ha introducido en esta hermética secta, que no realiza rituales antropofágicos, para filmar paso a paso sus ceremonias de iniciación.
Una sentencia de julio de 1944 del ahorcamiento de siete bandjis (iniciados) acusados de comer carne humana, relatada por un escritor colonial de Guinea Ecuatorial, puso a José Manuel Novoa sobre la pista del Bueti. Esta sociedad secreta, que se introduce en Guinea a principios de siglo procedente de Gabón, es una mezcla de los antiguos cultos a los ancestros y de las prédicas católicas de los misioneros. "La creencia Bueti gira alrededor de la iboga, una planta de cuya raíz se extrae un potente alucinógeno que al ingerirlo les hace viajar al mundo de los espíritus", explica Novoa y añade: "Estos nuevos cultos sincréticos se enfrentan a la brujería y no realizan sacrificios humanos ni rituales antropofágicos". Para el director, este documental tiene "un marcado carácter etnográfico", y por tanto, "más especializado y menos divulgativo" que otros trabajos de Transglobe Films, como La ruta de Samarkanda, uno de los grandes éxitos de La 2, o Mundos perdidos, serie en coproducción con Canal + y New Atlantis, cuyos primeros 13 capítulos emite actualmente la cadena de pago (miércoles, 15.30).
Bueti, junto a otros trabajos de esta productora española, formaba parte del catálogo que se presentó al Mipcom, el mercado internacional de programas de televisión celebrado en Cannes (Francia) el pasado mes de abril. "Allí, una directiva de National Geographic Europa contactó con nuestra distribuidora Gondwana y compró el reportaje para emitirlo en todo el mundo", señala Novoa.
Es el reconocimiento a un esfuerzo de 16 años. "En 1984 empecé a investigar sobre las prácticas de esta sociedad que estaban prohibidas en la época colonial, hasta el punto de llegar a condenar a muerte a los iniciados". Primero entrevisté a guineanos residentes en España. "Todos me contaban que esas ceremonias eran antiguas. Otros se ponían nerviosos y guardaban silencio".
Por fin, en 1986, los bandjis le abrieron la puerta de sus secretos. Era el primer hombre blanco que se introducía en esta secta. Pero con una condición: le exigieron pasar por todos los ritos de iniciación. "Para ello tuve que comer iboga. Fue un martirio, sus efectos duraron alrededor de 26 horas, y en ese tiempo mi sistema locomotor se paralizó". Su experiencia aparece filmada en el documental.
Cinco años más tarde, Novoa regresó con más medios técnicos para terminar de plasmar en imágenes la belleza de los templos, el frenesí de sus danzas y las ceremonias que invocan a los dioses protectores. "La atemorizada población ve en el Bueti una forma de protegerse no sólo de la brujería, sino de los sanguinarios dictadores que han asolado el país desde su independencia: Macías y después Obiang", termina.
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