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Un joven bosnio muere de tres disparos en el portal de su casa en Barcelona

Un hombre de origen bosnio, Mohamed Halidovic, de 20 años, murió en la madrugada de ayer en el portal de su domicilio en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), cuando dos o más individuos que le esperaban en la calle le dispararon tres tiros a bocajarro. La policía mantiene abiertas todas las hipótesis sobre el móvil del asesinato, aunque la manera de actuar de los agresores apunta a que pudo tratarse de un ajuste de cuentas. El hermano de la víctima dijo ayer que los asesinos probablemente le buscaban a él, pero se confundieron.

Impactos mortales

Los hechos sucedieron unos minutos después de las tres de la madrugada en el edificio número 9 de la calle Severo Ochoa, en el barrio de Pubilla Cases de L'Hospitalet. Se trata de una avenida central en un barrio de la ciudad densamente poblado. La víctima se encontraba a esa hora en casa con su hermano y un primo, cuando llamaron por el portero automático.Mohamed Halidovic bajó a abrir la puerta del edificio. Justo en el momento de abrirla fue recibido por dos o tres individuos, según fuentes policiales. Uno de ellos sacó una pistola del calibre 22 y antes de que la víctima tuviera tiempo de cerrar otra vez la puerta, le disparó tres tiros a bocajarro. Mohamed Halidovic cayó tendido, totalmente ensangrentado, en el umbral de la puerta de su casa. Algunos de los vecinos se despertaron a causa de los disparos y avisaron a la policía.

Su hermano, al ver que Mohamed tardaba mucho en regresar, bajó para ver qué ocurría y se encontró con el cuerpo en el suelo en medio de un charco de sangre. No había nadie más y ningún rastro de los autores de la agresión.

El hermano y el primo de la víctima le trasladaron inmediatamente al hospital de la Cruz Roja de L'Hospitalet, situado muy cerca de su domicilio, pero ya era demasiado tarde: los impactos de bala eran mortales. El grupo de Homicidios de la Policía ha abierto una investigación para localizar a los autores del disparo y esclarecer el móvil por el que actuaron.Sobre las causas del asesinato poco se sabía ayer. El hermano de la víctima dijo ayer que no entendía lo ocurrido porque Mohamed no había tenido ningún problema hasta ahora. En cambio, él sí había participado en peleas en algún bar, por lo que posiblemente los asesinos le buscaran a él y no a Mohamed, aunque se habrían confundido por el gran parecido físico entre los dos hermanos. Los investigadores no descartan esta posibilidad, pero tampoco le dan una credibilidad excesiva. Fuentes policiales aseguraron que todas las posibilidades están abiertas: desde que la víctima fuera un ciudadano ejemplar hasta que pudiera estar relacionado con el mundo de la prostitución o las drogas.

Los vecinos poco sabían de estos ciudadanos bosnios, aunque una mujer aseguró que la víctima trabajaba como repartidor de pizzas. En el piso en el que la madrugada de ayer se encontraba la víctima junto a su hermano y un primo solían concentrarse a menudo numerosos miembros del clan familiar. Por la manera de actuar, todo apunta a que los agresores estaban familiarizados con el uso de armas. "Se necesita mucha sangre fría para esperar a una persona y dispararle a bocajarro. Esto no lo puede hacer cualquiera", señalaron ayer fuentes policiales.

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