La ópera e Internet

Nunca me he opuesto al avance de la ciencia. Pese a estar cerca de la prejubilación, y digo "pre" porque ya es lo normal, me considero progresista en todos los sentidos. Pero el mundo que viene me asusta. Me explicaré. Me he enterado por una entrevista al tenor de moda José Cura que acaba de grabar varias óperas... para Internet. Yo sé que en Internet se puede leer hasta El Quijote, aunque con el defecto de no poder llevárselo a la cama. Pero todo en esta vida no se puede hacer por Internet. Y la ópera es una de esas cosas. Yo no me veo sentado delante de una pantalla pequeña viendo y oyendo Aida, o Parsifal, o Tannhäuser. Tampoco vería en esa pantallita un concierto dando la sinfonía Titán, de Mahler. La música necesita algo más que eso. Presencia es lo esencial. El directo es lo mejor. Pero, salvando la dificultad del mismo, pongamos un buen CD como sucedáneo con los ojos cerrados.Claro que el futuro es ése, pero la tecnología moderna hay que saberla usar, porque si al final se hace todo por Internet, veo el mundo futuro con los humanoides, porque de hombres normales tendrán poco, sentados en su casa haciendo pedidos a las tiendas virtuales, trabajando a través de e-mails, enviando mensajes a la cuenta corriente a través del móvil con tecnología wasp y lo poco que se hable será por chat. La verdad es que, aunque no me niego al progreso, no me gusta el futuro. Y sobre todo porque me niego a oír a Kraus, a Pollini o a Baremboin por Internet.- César Moya Villasante. Madrid.