Un laboratorio de cocaína, en un antiguo colegio
La policía ha desmantelado un clan familiar colombiano, dedicado al tráfico de cocaína, que ocultaba un laboratorio para producir esta droga tras el cubrerradiador de un locutorio telefónico, regentado por el jefe de la organización mafiosa. El laboratorio tenía capacidad para transformar la pasta base de cocaína en 250 kilos mensuales del producto ya lista para su consumo, que podría suponer unos ingresos de 750 millones de pesetas. El local estaba instalado en un antiguo colegio de Carabanchel, el Juan XXIII. El grupo 15 de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO), ha detenido a 16 colombianos, todos familiares entre sí, y a un español como los presuntos miembros del clan.La organización estaba dirigida por Héctor Fabio R.R., de 31 años, conocido como El gordo y El patrón, que regentaba tres locutorios, en la calle de Pinzón y en la travesía de Juan Francisco, en Carabanchel, aunque recientemente traspasó este último local, y un bar, el Leña Verde, situado en la calle de Alejandro Sánchez, donde se reunían los miembros de la banda. El tercero de los locutorios, situado en la avenida de Carabanchel Alto, 7, servía como tapadera para producir la cocaína. Un cubrerradiadores ocultaba la puerta de entrada al laboratorio, situado en un antiguo colegio.
La red llevaba a cabo el proceso de la droga al completo: importaba la pasta base de cocaína de Colombia, la transformaba en el laboratorio carabanchelero, la vendía por kilos -cada uno cuesta tres millones de pesetas- en Madrid, normalmente a otros clanes colombianos; y luego blanqueaba el dinero de las ganancias. El clan comenzó su actividad hace unos siete meses, cuando algunos de sus miembros llegaron a España. La policía comenzó a sospechar de la banda hace mes y medio, al presenciar una compraventa de cocaína.
La policía halló tres prensas hidráulicas, un microondas, numerosas planchas, moldes, mascarillas para los químicos, probetas, papel secante, cinco garrafas de ácido clorhídrico, acetona, globos de látex para envolver la droga. Además, se incautaron cuatro kilos de cocaína, cinco vehículos, teléfonos móviles, tres millones de pesetas en metálico y diversa documentación, que analiza la policía para averiguar la procedencia de la droga y cómo se blanquean los ingresos, según el delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansuátegui.
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