Aragón acoge el proyecto con escepticismo, y Murcia y Valencia, con entusiasmo

Mientras el Gobierno aragonés acogía con escepticismo la presentación en Consejo de Ministros del documento base del Plan Hidrológico Nacional, el presidente valenciano, Eduardo Zaplana, del PP, de viaje en Marruecos, se declaraba "totalmente feliz" con el plan. El Gobierno de Aragón, que preside el PSOE en coalición con el Partido Aragonés, ha vuelto a dejar sentado que se opondrá a los trasvases, incluso cuando estén ejecutadas las 32 obras del pacto del Agua, esenciales para regular la cuenca del Ebro. El anuncio de inversiones por valor de 401.247 millones de pesetas para obras hidraúlicas en la comunidad no evitó las críticas, al ministro de Medio Ambiente Jaume Matas por remitir al Consejo Nacional del Agua la decisión última sobre los trasvases.El diputado socialista Víctor Morlán aseguraba ayer que "el Gobierno ha escurrido el bulto y ha dejado en manos de la reunión del Consejo del 5 de septiembre la decisión sobre los trasvases, un asunto que provoca numerosos enfrentamientos y roces entre comunidades". Calificó de "cuento de la lechera" el catálogo de obras anunciadas por Matas en el periodo 2000- 2008. "Esas obras deberían estar incluidas en el Plan Hidrológico y no en un catálogo de intenciones para el que ni siquiera se sabe de dónde se va a sacar su financiación".

El Gobierno aragonés argüía ayer que si lo que se busca es "reequilibrar regiones con un amplio desarrollo de la periferia, Aragón lleva años desequilibrado y hay otras formas de tener recursos hídricos que que son la única riqueza y potencial de desarrollo" de la región.

El consejero de Agricultura, Gonzalo Arguilé, insistió en que Aragón tiene pendientes desde hace años regadíos y que es tiempo de ejecutar las obras pendientes. El secretario general de la UAGA-COAG, Javier Sánchez, criticó que el Gobierno no haya consultado con las organizaciones agrarias el documento del Plan. En esa línea, el consejero de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, Alejandro Alonso, manifestó su sorpresa por que el Gobierno se atreva a presentar ese proyecto sin consultar a las comunidades ni a los regantes y usuarios.

El ansiado trasvase

La Generalitat Valenciana, por su lado, da por supuesto que el Plan Hidrológico Nacional (PHN) contemplará el ansiado trasvase de caudales del Ebro a las cuencas del Júcar y del Segura, una histórica demanda reclamada por los agricultores castellonenses, alicantinos, murcianos y almerienses. Y hasta cree el Consell que el agua llegará a las sedientas comarcas antes de 2008.José Ramón García Antón, consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes, explicó ayer que el plan presentado por Matas, que incluye obras por valor de 212.000 millones en la Comunidad Valenciana, servirá para paliar su déficit hídrico cifrado por el Consell entre los 800 y los 900 hectómetros cúbicos anuales. Según justificó, el Ebro tiene unos excedentes, "una vez cubiertas las necesidades de las comunidades por donde pasa y las demandas ecológicas del Delta del Ebro", de 6.000 hectómetros cúbicos, de modo que la Comunidad Valenciana sólo demanda el 15% de lo que estima que sobra en el Ebro.

Y justificó la necesidad de que el Gobierno central indemnice con infraestructuras a las cuencas donantes. De hecho, si el PHN prevé invertir para la Comunidad Valenciana en obras de saneamiento, modernización de regadíos, defensa contras las avenidas y medidas medioambientales (el trasvase se presupuesta aparte), para Aragón, con menos población, se destinarán 401.000 millones.

También el presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, interpreta que habrá trasvases y calificó el de ayer de "día histórico" para su comunidad.