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Corus reduce el 15% de su plantilla por la fortaleza de la libra esterlina

La empresa metalúrgica Corus, la mayor del sector del acero británico, anunció ayer el recorte de 1.200 empleos (el 15% de la plantilla) debido a "las graves desventajas competitivas" ocasionadas por la fortaleza de la libra esterlina. La compañía destacó la posición "extremadamente pobre" en cuanto a competitividad de sus fábricas de Scunthorpe, en North Lincolnshire; y Teesside Works, en Middlesborugh, ambas en el norte de Inglaterra. Unos 670 empleos serán eliminados en Scunthorpe, 530 en Teesside y los restantes en la planta de Dalziel (sur de Escocia).Corus se une a la lista de grandes empresas instaladas en el Reino Unido que acusan gravemente el impacto de la exclusión de la libra esterlina de la zona euro. La presión de la fortaleza de la libra sobre la competitividad de las compañías se convirtió en escándalo a principios de este año cuando el grupo automovilístico alemán BMW decidió deshacerse de Rover. Poco después, Ford anunció el cierre para 2002 de su factoría londinense, que emplea a 26.000 personas. El fabricante de coches estadounidense registró pérdidas de unas 30.000 millones de pesetas en 1999 por sus actividades en suelo británico.

Los directivos de estas empresas, empezando por los de BMW, achacaron toda la culpa a la indecisión del Gobierno del primer ministro Tony Blair para poner en marcha un plan que encamine al Reino Unido a formar parte de la Unión Monetaria Europea. A principios de este mes, uno de los asesores más reconocidos del ministro británico de Comercio, Stephen Byers, concluyó en un informe que la industria británica sufriría un fuerte retroceso y se perderían miles de empleos a menos que el Gobierno se diera cuenta de que es "indispensable" que el Reino Unido acceda pronto a la moneda única. El autor del informe, Andrew Fraser, predijo que sería "inevitable el cierre de grandes empresas".

Negociaciones con Nissan

Fraser hizo hincapié en que los inversores japoneses le habían trasladado el malestar del sector empresarial por la falta de firmeza del Gobierno a la hora de decidir la entrada en el euro. Antes de que se conociera el informe de Fraser, ya se sabía que los fabricantes Honda, Toyota y Nissan estaban estudiando mudarse fuera del Reino Unido.No obstante, un portavoz de Nissan declaró ayer que las negociaciones con el Gobierno británico continuarán hasta que se agoten todas las posibilidades. La misma fuente afirmó que Nissan no tiene previsto cerrar su planta de Sunderland (Noreste de Inglaterra), donde fabrica su modelo Micra. La compañía japonesa no quiso hacer ningún comentario cuando fue preguntada si el Gobierno británico está estudiando ayudas de 27.000 millones de pesetas para mantener a flote a la fábrica.

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