Querido amigo...
JAVIER UGARTEMire usted. Se lo debo a un amigo (y a él se lo dedico). De modo que si no está usted hoy para estas cosas entre colegas y cofrades, pase directamente a la Cartelera. O quédese con El Roto y luego siga. Naturalmente, no se lo tendré en cuenta.
Si aún está aquí le diré que mi amigo es uno de los firmantes del Manifiesto democrático por la paz y el derecho de decisión que subscribieron, entre otros, Atxaga y Mikel Laboa. Y a ello voy (con su permiso, claro). Te diré, amigo (ahora va con él), que lo que has firmado es más cursi que El bazar de las sorpresas y El cartero de Neruda al consuno. Me dirás que empezamos faltando. Nada de eso. Te lo digo en confianza (sin acritud, si prefieres) y pelillos a la mar. Cómo se puede ser tan bienintencionado y tan ajeno a lo que ocurre en la calle. Cómo se puede pensar en "contribuir a la reflexión", en resolver los "diversos conflictos" (¿os referís -y perdón- al de las amas de casa?), cómo se puede hablar de esas y otras lindezas vacías, o del "cese de la violencia" como si de un armisticio de Disneylandia se tratara, cuando, amigo -y tú lo sabes-, caen en las calles sólo por hablar.
Por lo demás te diré que comparto contigo esas buenas intenciones y soy bastante desconfiado con el PP, además de crítico con el Foro de Ermua (especialmente con algún sector). Pero arrancarse con aquello del "antinacionalismo" del Foro y seguir con que existe una "versión oficial de los medios de comunicación" (¿la Brunete mediática? ¿la de Gara, Deia y EITB, ...?, o son El Correo, víctima el viernes de un atentado -¿te acuerdas de El Papus y su bomba de ultraderecha?-, y EL PAÍS, donde colaboran algunos de los firmantes del Manifiesto), no creo que sea el mejor modo de empezar si se quiere luego hacer votos por la "distensión" y el "diálogo". O hablar -sigo- de "antivasquistas militantes" sin referirse a los antiespañolistas agresivos que campan por los institutos de este paisito y amenazan con hacerlo en la universidad (Jarrai), etc.
No te engañes, amigo: estás con los unos o con los otros; con Franco o contra él; con ETA o contra ETA. Los totalitarismos no dan muchas opciones (en efecto, "intolerable presión de exclusión" o eso que decís de los "atentados" y la "kale borroka", que indudablemente os honra). Los matices vienen luego. No es "un falso" dilema, como decís. Es real. Tan real como lo son la vida y la muerte. Como lo es la libertad.
Y para eso hay que colocar las cosas en su sitio. Para hablar de ETA no viene a cuento hablar de "déficits democráticos", de "ir al fondo del problema" (y ¿cuál es?) o de la "cuestión vasca". Eso está ahí, cierto. Basta que así lo entienda un amplio sector de la población, cierto, para que sea un hecho. Pero también está ahí la "cuestión gay", la "cuestión social" o la "cuestión sanitaria", y nadie mata por ello. Son cosas que están en la sociedad. Y si algo bueno tiene la libertad y la democracia es que con ellas se puede exponer y resolver todo esto pacíficamente (no hay ingenuidad en lo que digo). La diferencia en este caso la marca un grupo totalitario dispuesto a atemorizar a toda la población (¡a toda!, también a ti, amigo, si llegara el caso) con tal de lograr poder y legitimarse en él.
"El PP carece de otra alternativa que no sea el adelanto de las elecciones", decís. Y más adelante, que pretende "anular de un plumazo (...) la opinión de la mayoría de la sociedad vasca". Dudo que convenga adelantar las elecciones, pero ¿acaso hay otro modo de conocer la opinión de la gente? Hay en esto un problema de comprensión, creo. Se identifica elecciones con electoralismo en la más rancia tradición española.
Y sigo y termino. Eso de que el 50% del censo actual no pudo participar en la votación de la Constitución y el Estatuto porque no tenía edad es de una candidez que mueve a ternura. ¿Cuántos estadounidenses actuales no han votado su Constitución (1787)? ¿Cuántos franceses (1958)? A los alemanes se la impusieron los Aliados (1949). Naturalmente, debe haber mecanismos de reforma. Es el caso de las Enmiendas americanas. Pero sabrás que su última Enmienda es de 1971. Siete años más vieja que la Constitución española y ocho que el Estatuto.
Al final está Lizarra, por la que hacéis votos. Lizarra con todo lo que ello implica. Y eso, hoy por hoy, es ETA, querido amigo. Un fuerte abrazo. Y a usted, gracias por seguirnos.
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