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Serrano, media hora en tierra de nadie

El Tour ha entrado en la fase del consentimiento. En la semana en que los perseverantes o los avispados tienen recompensa. Pero este año la manga es especialmente ancha. En Tours se colaron doce en la escapada buena. Ayer 17. Sorprende que en ninguna haya entrado el ONCE, el mejor equipo de la carrera si se atiende a la contrarreloj del martes. ¿Despiste o mala suerte? "Las dos cosas", contesta Marcos Serrano, uno de los designados por Manolo Saiz para patrullar en el pelotón y responder al primer movimiento sospechoso.Las fuerzas o la intuición le fallaron a Serrano para arrancar con los dos grupos que saltaron y acabaron fundiéndose en uno, el bueno, el que llevaba dentro al ganador, Dekker. Era un grupo grande, con muchas posibilidades. La etapa estaba sentenciada. Sin embargo, de repente huyó del pelotón. Nadie le siguió. ¿Para qué? Ya había otros 17 corredores por delante. Serrano se empeñó en lo imposible. Media hora anduvo por allí, solo, por caminos comarcales de la Francia interior, en tierra de nadie. Con cuatro minutos con respecto a los escapados y otro tanto con el gran grupo. "Sabes que no vas a ningún lado", reconoció luego en la meta, un tanto tenso. "Salté porque quería provocar una fuga. Era difícil, lo sé, pero dije: 'hasta donde sea'. A veces estás harto de que salten otros y no puedas entrar, así que intentas provocarla tú". Nadie le persiguió.

Con 200 kilómetros por etapa, con días como el de ayer a más de 46 kilómetros por hora, y a pesar de que todavía no ha ocurrido nada relevante, el Tour no está para bravuconadas, así que después de media hora de tunda, Saiz mandó a Serrano frenar y esperar a los demás. Queda la duda de si una travesía tan penosa como la de Serrano -uno de los ejercicios más inútiles que puede hacer un ciclista, escaparse hacia un imposible- puede responder a un castigo de Saiz por la falta de atención. No sería la primera vez. A dos corredores del Bonjour les tocó la misma penitencia en Tours. "No, no. Para nada", responde Serrano. "Yo lo único que intenté fue una fuga. Pero nadie me siguió".

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