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Nuevo ataque contra la prensa con la explosión de un artefacto en las oficinas de 'El Correo' en Vitoria

Momentos de tensión

El diario vasco El Correo sufrió ayer un nuevo ataque con un artefacto incendiario en su delegación de Vitoria, unas oficinas situadas en la entreplanta de un edificio de viviendas, en la calle Aranzabal, frente al Palacio de Justicia. El atentado incendió la puerta blindada, que protegió el interior del inmueble de la explosión del artefacto, colocado dentro de una mochila. No hubo daños personales y los materiales fueron escasos.Sobre las siete y veinte de la tarde de ayer, y cuando en el interior de las instalaciones trabajaban una treintena de personas, un colaborador del diario salió al pasillo de la planta para dirigirse a los aseos, compartidos con el resto de las oficinas y despachos profesionales de la planta, y observó una mochila verde grisácea apoyada en el rincón izquierdo de la puerta. El periodista notó olor a quemado y alcanzó a ver por una abertura "una especie de brasa", con toda seguridad la mecha del artefacto. Tras avisar a la recepcionista, tuvo el reflejo de apartarla hacia el interior cuando la mujer ya se disponía a salir hacia el pasillo a verificar de qué se trataba. En ese mismo momento explotó el artefacto, que incendió la puerta y prendió también la moqueta de la zona de recepción originando una intensa humareda, que llevó a todo el personal a retirarse hacia el fondo de las instalaciones y permanecer asomados a las ventanas para poder respirar, ya que no podian abandonar el edificio. El descansillo y la entrada de las oficinas quedaron totalmente ennegrecidos y la explosión destrozó también el falso techo y ocasionó daños en el suelo.

El director de la edición alavesa de El Correo, Juan Carlos Martínez, no dudó que se tratara de un sabotaje y resaltó que el ataque hubiera causado "una avería importante" si hubiese cogido de lleno a una persona. Martínez afirmó que sólo deseaban que las instalaciones terminaran de ventilarse para "volver a trabajar". El diputado general de Álava, Ramón Rabanera, y alcalde en funciones, Miguel Ángel Echeverría, acudieron a expresar su solidaridad a los responsables del periódico.

La Ertzaintza acudió de inmediato al lugar y acordonó una amplia zona, mientras los bomberos apagaban el incendio y extraían el humo. Las primeras impresiones apuntaban a un artefacto casero, que habría sido colocado en el lugar pocos minutos antes de su descubrimiento y explosión. Visiblemente nerviosos, algunos de los agentes se encararon con parte de los informadores, a quienes apartaron a empujones e intentaron arrebatar las cámaras.Este atentado es el número 14 de los sufridos por medios de comunicación desde 1997. Diez de ellos se han producido en los últimos diez meses, incluido el asesinato del columnista de El Mundo José Luis López de Lacalle.

Los periódicos del grupo Correo han sido, con el de ayer, objetivo de cinco de los ataques, dos de ellos con cócteles mólotov arrojados contra la sede en San Sebastián de El Diario Vasco; otro por el mismo procedimiento contra los locales de El Correo en Getxo y un cuarto con un artefacto colocado en la puerta del domicilio de los padres de un redactor jefe.

Un reciente informe de la organización Reporteros Sin Fronteras, que giró una visita al País Vasco, señaló que las condiciones del trabajo periodístico en esa comunidad "se han hecho insostenibles" y pidió a los gobiernos central y vasco "toda la protección posible para profesionales y medios amenazados".

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