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La fuga de votos del PP en el Parlamento canario por el 'caso Tindaya' amenaza con desestabilizar el Gobierno

El escándalo político que desde sus orígenes ha perseguido al proyecto monumental de la montaña de Tindaya, ideado por el escultor vasco Eduardo Chillida, se reavivó ayer como consecuencia de una polémica votación en el Parlamento de Canarias, que provocó la disolución de cualquier responsabilidad en el seno del Gobierno regional por las irregularidades detectadas en la tramitación del expediente.Una fuga de votos del grupo parlamentario popular ocasionó un empate en la votación del dictamen elaborado por la comisión constituida en la cámara autonómica para investigar todo el proceso que se inició en 1995 a raíz de la idea de Chillida de vaciar la montaña mágica de Tindaya, en la isla de Fuerteventura, para crear en su interior un enorme hueco en forma de cubo con dos galerías verticales a través de las cuales se podría observar el firmamento.

El escultor ha mostrado en una reciente reunión con representantes del Gobierno canario y de la plataforma ciudadana, creada en Fuerteventura para apoyar el monumento, su interés por seguir adelante con su "sueño". Dejó claro, sin embargo, que para permitir que esto ocurra es necesario que antes se resuelvan todos los problemas y todas las diferencias que se han generado en torno a su idea.

En el dictamen aprobado con el apoyo de PP y PSOE y que fue muy criticado por Coalición Canaria (CC), principal fuerza del Gobierno canario, se establecía la existencia de responsabilidades políticas del anterior Ejecutivo en su conjunto, y apuntaba que algunos de sus miembros, como el entonces vicepresidente y consejero de Turismo, Lorenzo Olarte, tenían una culpa mayor en todo este proceso. Además, se determinaba la necesidad de trasladar el expediente a la Fiscalía Anticorrupción, al haberse hallado indicios de delito en su tramitación.

Al final, sin embargo, y dado que la posición del Parlamento ha quedado prácticamente invalidada ante la obligación de retirar el dictamen de la comisión, el futuro del proyecto queda en manos de los tribunales, ante los que el Ejecutivo ha planteado ya una querella criminal por un delito de presunta estafa que achaca a las constructoras Necso y Fomento de Construcciones y Contratas, y también a la empresa canaria Cabo Verde.

La polémica ha llegado a tal nivel que el portavoz de Coalición Canaria en el Congreso de los Diputados, José Carlos Mauricio, dijo ayer que "lamentablemente" la "panda de locos" que dirige el PP canario "intenta romper" el Gobierno autonómico y no ha ayudado a CC a llevar el asunto de Tindaya "hasta el final".

Mauricio manifestó que los que hoy dirigen el PP canario han impedido, "de manera absolutamente irresponsable", sacar "unas buenas conclusiones" de la comisión de investigación para enviarlas a los tribunales y que el juez dictamine "y si tiene que procesar, que lo haga, y yo creo que debe", añadió.

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Para el dirigente nacionalista manifestó que el asunto Tindaya va a servir para clarificar y ayudar a Coalición Canaria "a expulsar a un pequeño grupo que existe en su seno, que no es serio y que no ha gobernado con responsabilidad". "Ese grupo lo forman los que han dirigido el asunto Tindaya", dijo Mauricio, quien agregó: "Todos sabemos quienes son, no lo vamos a esconder y pedimos que el castigo sea ejemplarizante para toda la clase política".

El portavoz de CC opinó que lo ocurrido hoy en el Parlamento canario "ha sido una derrota muy grave del PP canario", pues en lugar de detectar a los responsables que el Gobierno regional ha enviado al juzgado "ha diseñado una maniobra política para intentar romper el Ejecutivo y no para investigar la verdad".

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