_
_
_
_

Barcelona reforma el Turó Parc para facilitar que lo disfrute toda la ciudad

Abrirlo a toda la ciudad y recuperar en lo posible el trazado y la ambientación que Nicolau M. Rubió i Tudurí diseñó en 1934, aunque adaptados a las nuevas necesidades. Estos son los dos objetivos que se ha propuesto el Ayuntamiento de Barcelona con las obras de reforma del Turó Parc, que empezarán en octubre y tendrán un coste de 275 millones de pesetas. El parque tendrá dos nuevas puertas de acceso en las calles de Pérez Cabrero y Ferran Agulló. Un grupo de residentes rechaza la nueva orientación que se pretende dar al parque.

Todo el perímetro de parque estará rodeado de una acera y se remozarán los espacios, como el teatrillo o la pista de patinaje, que se han ido degradando con el paso del tiempo. La reforma de estos jardines ha enfrentado el criterio municipal de abrir el Turó Parc a toda la ciudad con el interés de los residentes de esa zona, que quieren que el parque siga siendo para uso y disfrute de los vecinos y temen que la reforma propicie la afluencia masiva de visitantes. Algo parecido sostiene el grupo municipal del PP, que ayer anunció alegaciones al proyecto para que se supriman las dos nuevas entradas y se mantenga el espacio reservado a los perros. Desde el distrito de Sarrià-Sant Gervasi, el concejal Carles Martí justificó la intervención en el Turó Parc por la necesidad de encontrar un equilibrio entre la belleza y la sensación de aislamiento que se respira desde el interior, pero integrándolo mejor en un entorno menos poblado de coches. Para conseguirlo se piensa reducir la afluencia de vehículos en algunas calles próximas, que serán peatonales en algunos tramos, y eliminar una hilera de aparcamientos para crear un espacio de transición entre el parque y la ciudad. El actual perímetro del parque se mantendrá intacto, pero se realizará colocando una nueva verja de estilo más clásico que la actual, plantando nueva vegetación que actuará de pantalla antirruido y que, además, contribuirá a reducir la contaminación. Durante los nueve meses que duren los trabajos de reforma los jardines permanecerán cerrados, así como las calles de Pérez Cabrero y Ferran Argulló, que se reordenarán manteniendo la anchura actual pero ampliando la acera que da a las fachadas de las fincas. Se suprimirá un carril de aparcamiento y en su lugar se construirá otra acera colindante con el parque. La mayor parte de la inversión económica se dedicará al arreglo de estas calles. El proyecto inicial elaborado hace siete años se ha modificado con la aportación de las entidades vecinales que se oponían a que se construyera un bar-restaurante que finalmente no se hará. El pequeño quiosco existente se trasladará al lugar donde ahora se practica skating. Aunque la tendencia actual del gobierno municipal es plantar especies que necesiten poca agua reduciendo las zonas de césped a la mínima expresión, en el caso del Turó Parc se mantendrá la superficie cubierta de hierba, aunque su mantenimiento resultará menos costoso gracias al nuevo sistema de riego automatizado y programado, que cuando se instale en el recinto reducirá en un 15% el consumo al nutrirse del agua del subsuelo almacenada en el depósito de Borí Fontestà. De esta forma, el singular jardín se incorporará a los espacios públicos de la ciudad que se cuidan a partir de criterios de sostenibilidad. La teniente de alcalde de IC-V y presidenta del Instituto de Parques y Jardines, Imma Mayol, insistió ayer en que la reforma se llevará a cabo con un escrupuloso respeto por el diseño de Rubió i Tudurí. Sin embargo, quiso dejar claro que parte de una filosofía de fondo que considera que los jardines evolucionan igual que las personas y las ciudades; por esta razón no tendría sentido, dijo, mantener en la actualidad unas actividades propias de 1934. En la presentación de ayer, el concejal del distrito, Carles Martí, se refirió al alto nivel de consenso alcanzado con los vecinos y con los grupos municipales a propósito de un proyecto en el que, según dijo, se ha dado una gran participación. Sus afirmaciones fueron contradichas en parte por el lìder municipal del PP, Santiago Fisas, quien sostuvo que el Ayuntamiento se habría ahorrado muchas críticas si hubiera hablado antes con los vecinos. El Grupo Popular cree que las nuevas puertas son innecesarias porque entiende que se trata de un parque para el barrio y que no cree deseable aumentar la afluencia de visitantes procedentes de otras zonas de la ciudad. Nada más lejos de lo que defiende la concejal Mayol, quien opina que la actuación del Turó Parc debe entenderse desde una perspectiva amplia de ciudad, desde la cual "no hay duda que Barcelona sale ganando", y no como un recinto para el uso exclusivo del vecindario de aquel sector de la Diagonal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_