Cambio, el claro mandato

El país vivió ayer una jornada electoral histórica, que representa un triunfo para México y un hito del cual se habrán de desprender lecciones importantes. Destaca sobremanera la eficiencia con la que el Instituto Federal Electoral (IFE) llevó a cabo un trabajo organizativo que permitió la realización de comicios verdaderamente ejemplares. (...) Es válido reconocer el mérito que le toca al presidente Zedillo en este momento. (...) Nuestra imagen en el exterior a partir de ayer será diferente. Dejaremos de ser vistos como un país con un partido de Estado, hegemónico y cerrado a cambios indispensables. (...) Sería un grave error comenzar el periodo de la alternancia con actitudes excluyentes y con un triunfalismo egoísta, ciego ante la necesidad de reforzar la marcha hacia la culminación de avances democráticos que siguen siendo incipientes. Es preciso entender que apenas abrimos la puerta que conduce a una transición irreversible. (...) No podemos dar margen a un fracaso en este difícil camino hacia la plena normalidad democrática, por no ser capaces de cerrar el paso a la intolerancia y al sectarismo. (...) Los meses que restan para el cambio de las administraciones federal y capitalina serán un lapso de prueba para seguir armando una estructura de civilidad acorde con las posibilidades de la sociedad nacional para dar un curso más progresista a la tarea gubernativa. (...) Es previsible una transferencia de poderes sin complicaciones, condición indispensable para sentar las bases de un futuro más prometedor para todos los mexicanos.

México, 3 de julio