Atacada con siete 'cócteles mólotov' la vivienda de Consuelo Ordóñez
Consuelo Ordóñez, hermana de Gregorio Ordóñez, el primer concejal del PP asesinado por ETA, respondió ayer a los violentos que la medianoche del domingo atacaron su vivienda con cócteles mólotov que esta agresión "es todo un orgullo" para ella. "Yo me crezco con estas cosas y sólo me entran ganas de dar más la cara todavía", afirmó ante su domicilio, que presenta una mancha ennegrecida en la fachada por efecto de los artefactos incendiarios que impactaron en el balcón.En su primera reacción, Consuelo Ordóñez se reafirmó en que está "en el buen camino" y en que no cederá ante las amenazas de ETA: "Si lo que quieren es amedrentarme, no lo van a conseguir, porque yo, afortunadamente, no tengo miedo. Yo me iré de este pueblo [por el País Vasco] cuando a mí me dé la gana, y todavía no tengo la más remota idea de irme. Conmigo tienen para largo; o sea, que pueden esperar sentados".
Los violentos lanzaron siete artefactos incendiarios contra su vivienda, situada en el barrio donostiarra de Intxaurrondo. Uno de los cócteles mólotov entró en el salón, aunque no llegó a estallar, según comentó la víctima, que interrumpió el sueño al escuchar un ruido similar al de una traca de petardos. El ataque también afectó a los balcones de sus vecinos.
"A mi hermano también le mataron porque le tenían odio", dijo Consuelo Ordóñez, quien recordó que su nombre ha aparecido en varias pintadas callejeras y que en sendas ocasiones recibió un botellazo en la cabeza y una pedrada: "Son unos putos cobardes que cuando te van a dar el botellazo lo hacen por la espalda, no se atreven a hacer nada de frente".
Tras el ataque a su vivienda, Ordóñez agradeció todas las muestras de solidaridad que ha recibido. También animó a asistir a la concentración que se celebrará este jueves, ante el Ayuntamiento de San Sebastián, promovida por la plataforma ¡Basta ya! bajo el lema Por la libertad, ETA fuera.
"Lo único que hace este ataque", reiteró, "es reafirmarme en mi actitud, en la que me he venido manteniendo hasta ahora. Y además, me llena de orgullo que me odien y tengan fijación conmigo, porque eso indica que debemos estar haciendo algo que les está fastidiando y eso es señal de que hacemos las cosas bien y de que vamos por buen camino".
Su madre, Consuelo Fenollar, manifestó que este ataque lleva "el mismo camino" que las acciones que, en 1995, acabaron con la visa de su hijo Gregorio.
La presidenta del PP de Guipúzcoa, María San Gil, criticó a quienes "prefieren mantener un curiosa equidistancia entre los que siembran el terror y quienes lo padecen", y exigió al PNV que rompa con EH en todas las instituciones de Euskadi y "despierte de una vez antes de que este país que gobierna desde hace más de 20 años se rompa de dolor".
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