Conflicto por el primer Defensor
UPN quiere que un histórico dirigente socialista navarro, el sacerdote Víctor Manuel Arbeloa (Mañeru, 1936), cofundador del PSN-PSOE, estrene el recién creado cargo de Defensor del Pueblo de la comunidad foral.La oferta conservadora, no obstante, ha encontrado la tajante oposición de la actual dirección del PSN-PSOE, ideológicamente enfrentada a un candidato a la fuerza que se ha dedicado en los últimos años a ensalzar abiertamente la política de UPN-PP y a criticar con extrema dureza la línea marcada por el secretario general de su partido, Juan José Lizarbe.
El Parlamento de Navarra aprobó recientemente la creación de la figura del Defensor del Pueblo y deberá designar a la persona que ocupe el cargo en un plazo máximo de cuatro meses. El candidato deberá contar con el apoyo de al menos tres quintas partes de la Cámara, es decir, 30 votos.
Algunos pensaron que el debate sobre si el elegido debería o no hablar obligatoriamente euskera o sobre la propia denominación de esta figura institucional, finalmente designada sólo en su acepción española, serían la parte más controvertida del proceso. Sin embargo, no ha sido así y el primer candidato propuesto por el presidente del Ejecutivo navarro y de UPN, Miguel Sanz, ha generado mucha más discordia que consenso. La apuesta ha sido interpretada como una intromisión "envenenada" en los asuntos internos del PSOE navarro por numerosos dirigentes de esta formación.
Emulando la actitud de José María Aznar al proponer a un histórico socialista, Enrique Múgica, como Defensor del Pueblo español, Sanz lanzó el nombramiento de Arbeloa de manera pública antes de hablar con el propio interesado o de negociar el candidato con el PSN-PSOE, partido en el que milita el ex presidente del Parlamento y ex eurodiputado navarro.
El actual secretario general del PSN y hombre fuerte del socialismo navarro, Juan José Lizarbe, tardó sólo 24 horas en rechazar contundentemente tal posibilidad con una frase demoledora: "Arbeloa no tiene el perfil de independencia ni la pluralidad ni la tolerancia exigibles para un cargo así". El dardo envenenado que Sanz había arrojado a la cabeza de su propio socio presupuestario con la proposición de Arbeloa no tardó en prender en el seno del PSN, materializando el que, según muchos socialistas, era el objetivo último del presidente regionalista: crear división interna en los socialistas y minar el liderazgo de Lizarbe.
Arbeloa, quien encabezó la gestora del partido tras las dimisiones consecutivas de Gabriel Urralburu y Javier Otano y que ahora se encuentra totalmente apartado de la vida política, tuvo que salir a la palestra: "Yo no soy ese jurista de reconocido prestigio que suele exigirse para tamaña función". Arbeloa añadió en un escueto comunicado: "Hay razones de peso para declinar esa propuesta. No soy la persona adecuada".
Críticas internas
La negativa del propio Arbeloa no ha arredrado a Sanz, que está dispuesto a mantener su propuesta e incluso a someter su nombre a la consideración de la ejecutiva de su partido para presentarlo oficialmente en la Cámara. Sanz cree que, si se le garantizan apoyos suficientes, Arbeloa aceptará al final el nombramiento.
En el empeño presidencial se tienen muy en cuenta las crecientes voces internas de dirigentes históricos del PSN e influyentes cargos públicos que se han enfrentado a Lizarbe destacando las virtudes del sacerdote navarro y creando división en el seno del partido. Entre ellas destacan las de Paca Catalán, ex parlamentaria foral y ex presidenta de la Federación Navarra de Municipios y Concejos; la de Lola Eguren, miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE y ex presidenta del Parlamento foral; Blanca García, diputada navarra que encabezó la lista del PSOE en las elecciones del pasado mes de marzo o el ex portavoz socialista en el Ayuntamiento de Pamplona, Joaquín Pascal.
En conjunto, los críticos con Lizarbe y con la actual dirección han hecho causa común para alabar las virtudes de Arbeloa, a quien fuentes próximas a la dirección del PSN, sitúan ideológicamente "mucho más cerca de UPN que del socialismo". De hecho, ha mantenido algunas de las más duras posturas políticas en relación al nacionalismo vasco, las relaciones de Navarra con Euskadi o la política educativa en euskera que se expresan en la comunidad foral.
Lizarbe cree que Sanz "ha pinchado en hueso", pero la lluvia de calificativos contra su forma de rechazar a Arbeloa no ha sido pequeña. No obstante, el PSN no ha adoptado ninguna decisión definitiva y, aunque existen movimientos críticos hacia la línea de su secretario general, no parece que éste vaya a tener problemas para forzar el rechazo de su compañero de partido si éste llega a someterse a la consideración parlamentaria. El presidente del Legislativo, el también socialista José Luis Castejón, uno de los más fustigados por Arbeloa en sus continuos artículos de opinión en prensa, cree que "si UPN quería que fuese Arbeloa, lo ha matado por el camino"
De momento, el PSN prefiere que pase el verano y se agote el plazo legal para designar al primer Defensor del Pueblo de Navarra y, tomando la palabra de Sanz, negociar en ese plazo un candidato socialista, pero aceptado por todos.
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