"Esta legislatura culminará el desarrollo del Estado de las autonomías"

Jesús Posada, 55 años, es el nuevo ministro de Administraciones Públicas. Soriano, pertenece al gremio de ministros que antes han sido presidentes de comunidad. Posada lo fue de Castilla y León tras José María Aznar, lo que le otorga la categoría de hombre de confianza del presidente, que le nombró ministro de Agricultura en el último tramo de la pasada legislatura. En la actual, Posada anuncia que abordará un doble reto: la culminación del proceso autonómico y la renovación del modelo de financiación.Pregunta.¿Culminará esta legislatura el desarrollo del Estado de las autonomías con el traspaso a las comunidades de las competencias pendientes en sus estatutos?

Respuesta. Creo que sí. Entre mis planes está lograr que los traspasos pendientes se resuelvan en esta legislatura. Algunos afectan a varias comunidades: los medios materiales de la Justicia, las políticas activas de empleo y, sobre todo, la sanidad, con dos billones de presupuesto.

P. Una vez concluido el desarrollo del Estado de las autonomías. ¿Qué ofrecerá el Gobierno a las comunidades?.

R. Es hora de que las comunidades gestionen la enorme cantidad de recursos cedidos, que será más del 30% del gasto público cuando tengan la sanidad. Además, hay que favorecer desde el Gobierno el proceso de cooperación entre las comunidades para desarrollar la Constitución.

P. Pero la Constitución abre la posibilidad de ceder competencias exclusivas del Estado a las comunidades por la vía de su artículo 150,2.

R. El planteamiento de este Gobierno no es utilizar el 150,2 de la Constitución.

P.¿No tiene la sensación de que el Estado de las autonomías ha fracasado cuando dice que esta legislatura culminará su desarrollo y, sin embargo, los nacionalistas siguen insatisfechos y los vascos, además, dicen que el Estatuto está superado?

R. El Estado de las autonomías ha sido un extraordinario éxito en la organización del Estado. Es verdad que no ha conseguido satisfacer las demandas de los nacionalistas. Pero diferenciaría mucho la situación del nacionalismo catalán del vasco.

P. ¿Puede precisar esas diferencias?

R. La integración de CiU en el Estado autonómico ha sido muy grande, y, aunque haya tensiones, están perfectamente dibujadas dentro de la normalidad. Pero el Estado de las autonomías no tiene respuesta en el País Vasco porque allí los nacionalistas cuestionan la legalidad de la Constitución y el Estatuto.

P. José María Aznar ha pedido al PNV el regreso al Estatuto. ¿Cree usted que el PNV responderá a esa demanda?

R. Quiero creer que sí.

P. ¿Por qué?

R. El PNV no es sólo su dirección actual. El PNV es un partido democrático, centenario, con una tradición y un apoyo enorme. Ahí radica mi esperanza de cambio. En esos militantes y votantes que comprenden la grave situación del País Vasco, que quienes no son nacionalistas no pueden vivir en libertad. Estoy convencido de que, a partir de ese sentimiento democrático que anida en el PNV, volverá a la Constitución y al Estatuto.

P. Pero. ¿No cree que los nacionalismos siempre van a exigir para sus comunidades una diferencia al Estado de las autonomías? ¿Qué respuesta tiene el Gobierno a esa demanda?

R. La respuesta la da y dará desde la Constitución y el Estatuto. Desde el respeto a los hechos diferenciales, pero sin privilegios entre comunidades. Confío mucho en que el pueblo de esas comunidades, donde los nacionalistas mandan, defienda la pluralidad y exija a sus gobiernos una mejor gestión de sus competencias que son muy amplias.

P. El nuevo modelo de financiación autonómica es su gran reto esta legislatura. ¿Cree posible que el Gobierno recupere el acuerdo con el PSOE que no logró en la anterior?

R.No sólo es posible sino conveniente y necesario. No concibo un sistema de financiación en el que seis comunidades, regidas por el PSOE, estén en contra. Pero también tiene que contar con Cataluña.

P. Pujol ha dicho que su principal exigencia esta legislatura es mejorar el sistema de financiación autonómica.

R. Es verdad que Cataluña tiene muchas deudas y que el actual modelo, basado en un solo impuesto, el IRPF, no es adecuado. Pero el sistema de financiación que se apruebe no puede ser para una sola comunidad sino para todas.

P. En 1996 el Gobierno no pudo sumar al PSOE a su acuerdo con CiU. ¿Será posible en esta ocasión?

R. No es fácil, pero lo intentaremos. No habrá tanta diferencia entre Gobierno y comunidades o entre unos partidos y otros. No estamos ante un problema ideológico sino territorial. Madrid, gobernada por el PP, coincide más con Baleares, del PSOE, que con Galicia, del PP. A unos les interesa que en el reparto de dinero prime la población. A otros su dispersión. Nos esforzaremos para que el sistema sirva a todos. Pero también tenemos unos compromisos de contención de gasto público que lo limita.

P. Las comunidades tendrán menos dinero para repartir.

R. Lo que digo es que el crecimiento de un año para otro no puede ser el del PIB nominal como hoy. Las comunidades pronto gastarán más del 30% del gasto público. No puede crecer su gasto el doble que el del Estado.

P. ¿Qué modelo de negociación seguirá? ¿Cuando empieza?

R. Empezará al regreso del verano y culminará el 30 de septiembre de 2001, con los Presupuestos. Habrá tres ámbitos de negociación. En el Senado se debatirán los principios políticos. Habrá también una negociación con los partidos, especialmente con el PSOE y CiU. Finalmente, las comunidades acordarán el nuevo modelo en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

P. ¿La propuesta negociadora del Gobierno será la cesión a las comunidades de la cesta de impuestos, el llamado plan Zaplana de negociación?

R. Es una buena propuesta para empezar. Tiene la virtud de que nadie, ningún partido ni comunidad, está en contra.

P. ¿No teme que se reabra la división entre comunidades ricas y pobres?

R. No debería ser así. A lo mejor las más pobres en renta tienen un crecimiento relativo mayor. En todo caso, el papel del Gobierno es exigir la solidaridad constitucional entre territorios.

P. Por ser más preciso. ¿No se le avecina al Gobierno un enfrentamiento entre las comunidades mediterráneas y las del interior, a excepción de Madrid?

R. El Gobierno tiene el reto de hermanar situaciones. Sería malísimo que hubiera enfrentamientos viscerales. Espero que no.

P. ¿No teme que el debate de la financiación sirva para que algunos presidentes autonómicos, incluso del PP, diriman asuntos pendientes con Aznar en aras de la defensa de su territorio?

R. El Estado autonómico origina personalidades muy fuertes, con gran sentido político y enorme apoyo en sus territorios. Espero de ellos el esfuerzo de buscar acuerdos. Prefiero líderes con fuerza en su comunidad porque lo que se acuerde valdrá más.

P. ¿No cree que el poder de los barones autonómicos puede acabar con el central? ¿No ha sucedido algo de esto en el PSOE?

R. Es un peligro porque en España hay una descentralización política, no administrativa. Pero el Gobierno central tiene competencias muy importantes como la acción exterior y debe ser fuerte en su campo. No es una deformación política.