_
_
_
_

Milosevic promueve una ley para ilegalizar a los grupos opositores

Jorge Marirrodriga

El Parlamento yugoslavo decidió aplazar ayer la discusión de la nueva ley antiterrorista que ha propuesto el presidente, Slobodan Milosevic, y que es considerada como un nuevo paso para terminar con los movimientos opositores y la libertad de expresión en Yugoslavia. "A los pocos meses de que la ley sea aprobada, las organizaciones independientes y los medios de comunicación libres serán anulados", advirtió ayer en Madrid Gradimir Nalic, director del Comité Yugoslavo de Derechos Humanos.

Nalic puso como ejemplo de hasta dónde pretende llegar el régimen de Milosevic el que 25.000 jóvenes que pertenecen a la Organización de Estudiantes -uno de los principales movimientos contra el Gobierno- pueden ser declarados oficialmente terroristas nada más aprobarse la ley. "Cualquier miembro de una ONG que pertenezca a una red internacional puede ser condenado a cinco años de cárcel", añadió el abogado serbio.El debate de la ley fue aplazado ayer por la negativa de los nacionalistas del Partido Radical Serbio (SRS) a dar su apoyo al texto si antes no se les permitía participar en su elaboración. El proyecto incluye la hasta ahora inexistente cadena perpetua en la legislación yugoslava y prevé penas de cárcel para quienes "atenten contra el orden constitucional o la integridad territorial de Yugoslavia". "Es increíble", opinó Nalic, "a los albaneses que combatieron contra Serbia no se les consideró terroristas (y de hecho algunos han sido liberados) y, sin embargo, a los estudiantes opositores, sí".

Fuentes citadas por la agencia Reuters afirmaron que, bajo la aparente pretensión de conseguir más parcelas de poder político, los dirigentes del SRS están exigiendo garantías a Milosevic de que ellos no se convertirán en objetivos de la controvertida ley en el momento en que, por una disputa política, decidan abandonar la coalición de gobierno.

El presidente del Comité Yugoslavo de Derechos Humanos explicó ayer la campaña de acoso que el régimen ha comenzado a desarrollar contra todas aquellas organizaciones que tienen contactos con el extranjero, especialmente medios de comunicación y organizaciones humanitarias. "Están utilizando a la policía financiera para investigar toda la documentación de estos organismos... y con la policía financiera actúa la policía política. Se busca toda clase de documentación que demuestre contactos con el extranjero".

La peor pesadilla

Según Nalic, en estos momentos estas acciones se centran especialmente en las organizaciones Grupo de Helsinki y Mujeres de Negro. "Apuntan contra estas organizaciones y contra las ONG porque las ONG están construyendo una sociedad civil que no ha existido en Yugoslavia anteriormente, ni con Tito ni después con Milosevic. Es la peor pesadilla que les puede ocurrir", subrayó. "No toleran ni su pacifismo ni su internacionalismo".

El abogado serbio está convencido de que la ley antiterrorista será aprobada por el Parlamento federal a pesar del retraso. Ayer mismo, desde Belgrado, el ministro yugoslavo de Información, Goran Matic, anunció que el próximo lunes el texto volverá a ser presentado a la Cámara. Mientras, la oposición considera que el proyecto ya ha conseguido su objetivo: atemorizar a la población.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_