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La consejería no ha denunciado una sola agresión al medio ambiente en tres años

La Fiscalía de Medio Ambiente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana, el departamento del ministerio público especializado en la persecución de los delitos ecológicos, no tiene un gran concepto de la labor de la Generalitat en este campo.Y la memoria de actividades recientemente presentada por el fiscal jefe, Enrique Beltrán, así lo prueba. "Es lamentable el desinterés que se muestra en la protección del medio ambiente y la falta de sensibilidad que se revela en tales temas. No se acaba de comprender como existiendo en la Comunidad Valenciana una consejería de Medio Ambiente, sin embargo, sea tan ineficaz".

Beltrán apoya sus opiniones con datos. Más de tres años después de la creación de la Fiscalía de Medio Ambiente -a la que están adscritos seis componentes de la acusación pública-, la consejería "jamas" ha comunicado al TSJ "hecho alguno que pudiera constituir ilicito penal".

Este hecho, opina la fiscalía, podría revestir especial gravedad dada las facultades y competencias que tiene la Generalitat. "Es evidente que la administración en el ejercicio de su actividad inspectora y sancionadora de las infracciones medioambientales, ha tenido que tener conocimiento de algunas conductas que, rebasando el ámbito administrativo, entren de lleno en el ámbito penal".

No ha sido así. Ni durante el mandato de José Manuel Castellá (UV), responsable de la consejería durante la última mitad de la pasada legislatura, ni a lo largo del primer año de gestión de Fernando Modrego (PP), Medio Ambiente ha demostrado especial diligencia en denunciar las agresiones al entorno.

Según Beltrán, la inactividad del Consell no tiene, afortunadamente, réplica en la actitud de las fuerzas del orden. La Fiscalía aplaude especialmente la labor del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil.

La Fiscalía acusa a la Generalitat de incumplir su "obligación legal" de denunciar los delitos ecológicos

Las críticas de la Fiscalía de Medio Ambiente a la Generalitat no son nuevas. Ahora bien, en su última memoria, Beltrán esboza la posibilidad de que la administración incumpla su mandato legal al no comunicar al ministerio público las infracciones que detectan sus trabajadores. "La administración está obligada legalmente a poner en conocimiento de la Fiscalía o del juzgado tales conductas. Pues bien, nunca lo ha hecho".En consecuencia, las 110 investigaciones penales iniciadas por el ministerio público tuvieron diversos orígenes, pero en ningún caso fueron provocadas por el celo de las instituciones valencianas. La mayoría fueron precedidas de la denuncia de los miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, iniciadas de oficio por la Fiscalía o a instancias de la denuncia de un particular. La mayor parte de los casos se han abierto por supuestas violaciones de la ordenación del territorio.

Las contundentes críticas de Beltrán no han sido contradecidas, documentalmente, por la consejería. Ahora bien, el titular de esta cartera, Fernando Modrego, anunció ayer la próxima presentación de un balance que, en su opinión, "desmiente de manera categórica" la "apreciación" de la Fiscalía, informa Efe. "Todo el mundo es libre de criticar, pero mi papel es trabajar y estoy muy satisfecho de las actuaciones del departamento", añadió, rotundo y satisfecho, el miembro del Consell.

En cualquier caso, el actual consejero tampoco empeora la gestión de su antecesor. La memoria fiscal de 1999 era igualmente dura con Medio Ambiente. De hecho, contrastaba "la abnegación y disposición" de varios implicados en la preservación del ambiente con la del Consell. "Desdichadamente, en el extremo opuesto se encuentra la Consejería de Medio Ambiente".

Hace un año, el fiscal que coordina la seccion especializada de la Fiscalía, Carlos Almela, criticaba otros aspectos de la gestión de Castellá. "No se comprende que los responsables de aplicar el derecho administrativo sancionador" actúen "de un modo tan desalentador y desacertado". En ese sentido, los fiscales destacaban la falta de "lógica" o "explicación" a la inexistente comunicación entre un poder público -el ejecutivo- y otro -el judicial- encargados de velar por el mismo objetivo: velar por la protección del ecosistema.

La Fiscalía de Medio Ambiente investigó, en 1999, hasta 13 vertidos de aguas, la utilización supuestamente ilegal de tres vertederos, tres casos de contaminación acústica, uno de contaminación atmosférica o cuatro por agresiones contra la flora y la fauna.

Carretera de Cabanes

En este campo, y cómo ejemplo de la importancia de la labor del ministerio público, Modrego confirmó ayer la paralización de las obras de la carretera entre Oropesa y Cabanes después de que la Fiscalía de Castellón, en respuesta a una denuncia de EU, haya remitido al juzgado el proyecto de Obras Públicas al entender que podría ser ilegal.

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