Dirigentes del PSOE asturiano acusan a Noval de inhibirse en la crisis regional

El sector renovador del PSOE asturiano, encabezado por el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, y el grupo Tercera Vía, dirigido por el ex presidente de la comunidad, Antonio Trevín, cuestionan al secretario general de la federación regional (FSA) y portavoz en el Congreso, Luis Martínez Noval, y le acusan de inhibirse en el enfrentamiento entre los guerristas y el Gobierno regional, de tendencia renovadora. La gestora del partido ha abierto un expediente informativo para delimitar las responsabilidades de los guerristas en la crisis abierta a raíz de que votaran con el PP la Ley de Cajas.Luis Martínez Noval sostiene que ha hecho cuanto estaba en su mano para evitar la fractura del socialismo asturiano y que no dimitirá porque, entre otras razones, "en un partido democrático las decisiones se toman votando". En cualquier caso, los guerristas, hegemónicos en la federación, acusan al presidente del Gobierno regional, Vicente Álvarez Areces, de un exceso de ambición y con su polémica Ley de Cajas de Ahorros han tratado de impedir que en el futuro se haga con el control del partido.

Una fuente próxima a la Presidencia manifiesta en privado que, para los renovadores -el sector de Areces-, Noval "está absolutamente deslegitimado como interlocutor": "Cada vez que hay un problema se esconde y, al final, siempre acaba dando la razón a los guerristas. En este proceso nunca sirvió para facilitar una salida". Asimismo, se considera que el respaldo de la gestora a Areces supone "una desautorización" a los guerristas y a Noval.

Pero en público quien se ha pronunciado con mayor contundencia contra Noval ha sido el alcalde de Llanes y ex presidente de la comunidad, Antonio Trevín, líder de la facción Tercera Vía, que el sábado, en la asamblea para elegir delegados al congreso federal, formalizó su integración en una única lista con los renovadores.

Trevín responsabilizó a Noval de no haber evitado la escenificación de la ruptura de los socialistas en el debate de la Ley de Cajas y de haber guardado silencio en la mayor crisis vivida hasta ahora. A su juicio, el próximo congreso de la FSA, en noviembre, debe "lograr el acuerdo más amplio posible, que consolide una dirección con fuerte autoridad política". "Cada día está más claro que la dirección no puede estar ausente como lo estuvo ahora de los debates políticos. No pueden tomar el grupo parlamentario ni el Gobierno decisiones trascendentales sin que la ejecutiva se pronuncie y sin que su voz de autoridad se oiga y se cumpla", dijo en abierta referencia al mutismo de Noval.