Wimbledon protegió a Kurnikova de la mirada de los árbitros

La presencia de Ana Kurnikova, eliminada ayer, nunca pasa desapercibida. Su paso por Londres suele ofrecer noticias diarias a la prensa amarilla. Esta vez, uno de los diarios más irreverentes, el Daily Sports, ha realizado un montaje con la cara de la jugadora, de 19 años, y el cuerpo desnudo que se le supone. Y el Sun comunicó a sus lectores que mientras dure el torneo de Wimbledon publicará una foto de Kurnikova cada día. La rusa se ha paseado hasta ahora por el torneo como si de una reina se tratara, a pesar de que la organización se ha negado a ofrecerle una protección especial. Sin embargo, lo que sí ha intentado el torneo londinense es proteger a Kurnikova de las miradas furtivas de los recogepelotas y de los jueces de línea. Al menos eso fue lo que aseguró el jefe de los recogepelotas, Wally Wonfor: "Sí. Se lo he comentado a mis chicos. Y también los jueces de línea han recibido esta recomendación". También Less Madok, director de los jueces de silla, insistió en que el tema se había tratado entre los árbitros. No es la primera vez que eso ocurre, puesto que el rumor ya ha circulado en otros torneos. Sin embargo, el juez árbitro del torneo, Alan Mills, se apresuró a desmentir la noticia. Y uno de los jueces de silla más prestigiosos, Rudi Berger, corroboró las palabras de Mills.Los motivos por los que Kurnikova aparece en los medios de comunicación son de todo tipo, pero los menos importantes son los propiamente tenísticos. A pesar de ser una de las más conocidas y ricas del circuito, todavía sigue sin ganar un torneo, y ayer fue eliminada en la segunda ronda por la francesa Anne-Gaelle Sidot, número 28 del mundo, por 6-3 y 6-4. La tenista advirtió, sin embargo, que ni leía los periódicos, ni le afectaban todos los aspectos circundantes. "Tengo 19 años y me quedan muchos para seguir progresando en mi juego y ganar un torneo", dijo. "Sólo me preocupa mi trabajo, no presto atención a lo que se dice a mi alrededor. Cada vez tengo la piel más dura". Kurnikova volvió ayer a ser protagonista, no sólo por su eliminación, sino porque algunos carteles de una campaña de sujetadores que ella anuncia aparecieron con su cuerpo pintado de blanco, junto a la leyenda publicitaria Sólo la bola puede botar. Al parecer, se trata de una represalia de la comunidad musulmana de Londres, que considera un insulto que Ana aparezca luciendo su cuerpo.