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Elkarlanean edita sendos nuevos discos de Pier Paul Berzaitz y Joselu Anayak

La compañía donostiarra Elkarlanean tiene el firme objetivo de promocionar la música en euskera, a ser posible con estrechas conexiones con la tradición vasca, facturada a uno y otro lado de la muga. Ahora ha puesto en circulación Baratze bat, segunda entrega discográfica en solitario de Pier Paul Berzaitz (1952, Muskildi), claro exponente de la canción suletina. El disco contiene 14 canciones en euskera que procuran al oyente más de una hora de música reposada, casi intimista, y claramente basada en el piano de Karlos Gimenez, coproductor del álbum y responsable de los arreglos. La mayor fuerza la aportan precisamente las cuerdas vocales de Berzaitz, un veterano pese a tener dos discos.Así es el armazón de un disco que reserva versos tanto al amor como a los poetas vascos y al sinsentido de las luchas, un elepé concebido en el País Vasco francés pero grabado en San Sebastián. Está ilustrado en parte con fotos tomadas en el metro de Bilbao y en la ría, testimonio del afán integrador de un hombre enamorado de su tierra.

Otra novedad que presenta el catálogo de Elkarlanean es Ibili hadi, séptimo elepé de Joselu Anayak, quinteto formado en 1980, un álbum compuesto por doce canciones propias que encajan en el terreno natural del conjunto: la verbena. Incluye parranda mexicana, pasodobles, boleros, levísimos aires ska y hasta cierta influencia celta. Así de variado y poco pretencioso es el renovado repertorio del grupo liderado desde hace 20 años por Joselu Ruiz de Gordoa, profesor de armonía, contrapunto y fuga en el conservatorio de Vitoria.

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