Los gitanos del barrio asaltado en Almoradí temen nuevos ataques

"Seguimos con miedo. Tememos un nuevo ataque", afirmó ayer Carmen Romero, una vecina de la barriada gitana La Cruz de Galindo, en Almoradí (Alicante), asaltada por centenares de manifestantes en la noche del martes. "Pongo la mano en el fuego por que no habrá más altercados", replicó un joven del pueblo. El alcalde, Antonio Ángel Hurtado (PP), insistió en que no se repetirán los incidentes. La Subdelegación del Gobierno ha retirado el dispostivo de vigilancia especial: 52 antidisturbios de la Guardia Civil. El instituto armado adelantó que habrá detenciones en 48 horas.

Tranquilidad en Almoradí y tensión y miedo en la barriada. Estos eran los dos extremos del ambiente que reinaba ayer en la localidad después del asalto ocurrido la noche del martes a varias viviendas del barrio marginal de La Cruz de Galindo, habitado mayoritariamente por familias gitanas. A consecuencia del ataque, dos casas fueron calcinadas y ocho sufrieron destrozos. Además, los manifestantes asaltaron un inmueble donde viven nueve inmigrantes marroquíes (tres de ellos resultaron heridos y sus seis coches fueron apedreados). El detonante de los incidentes fue la muerte, a puñaladas, de un joven del pueblo a manos de un residente de la barriada. Los vecinos relacionan el incremento de la inseguridad ciudadana con el tráfico de drogas en esa zona.El fuerte dispositivo policial desplegado en las calles por orden de la Subdelegación del Gobierno durante la noche del miércoles y primeras horas de la mañana de ayer, integrado por 52 agentes antidisturbios de la Guardia Civil, fue retirado a primeras horas de la tarde, según confirmó el alcalde. "La normalidad y la calma es total. Los antidisturbios se han retirado, aunque la zona sigue vigilada por dos patrullas de la Guardia Civil", dijo Antonio Ángel Hurtado. La delegada del Gobierno, Carmen Mas, se pronunció en el mismo sentido. Fuentes de la Guardia Civil matizaron este extremo: "La no presencia física de los agentes en la zona no significa que se haya relajado la vigilancia". "Al contrario, el dispostivo se mantiene", añadieron.

El primer edil recalcó que el ataque a las viviendas fue "un suceso puntual". Para el alcalde, el hecho de que el asalto fuera "selectivo", es decir, sobre las viviendas en las que supuestamente se vende droga, "demuestra que no fue un acto racista". Hurtado justificó la agresión a los marroquíes explicando que días antes un inmigrante había apaleado a un vecino.

Pese a todo, los residentes en La Cruz de Galindo están a la expectativa. "Hemos vuelto a pasar la noche en el campo", señaló Joaquín Moreno (16 años), miembro de una familia cuya vivienda fue quemada. "Nos han dicho que volverán este fin de semana, acompañados de gente que va a la discoteca", añadió. En la localidad hay una discoteca de música bakalao. Los vecinos del pueblo rechazaron tajantemente estos temores de los afectados. Un grupo de jóvenes, congregados en un bar, insistió en que los incidentes no se repetirán. "Fue un hecho aislado", explicó uno de ellos.

La Guardia Civil asegura que tiene identificados a todos los autores del ataque. Ayer empezó a tomar declaraciones. "Únicamente resta recopilar las pruebas necesarias para ponerlos a disposición judicial", afirmó una fuente policial. El instituto armado adelantó ayer que habría detenciones en menos de dos días. La investigación cuenta con un vídeo grabado por un aficionado.

El presidente de la Federación de Asociaciones Gitanas de Alicante, Agustín Gómez, anunció que convocará una manifestación nacional de protesta si no se depuran responsabilidades. El Defensor del Pueblo, Enrique Múgica Herzog, ha abierto una queja de oficio para investigar la agresión.