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El acuerdo de la OPEP no logra frenar la subida del precio del petróleo

Fernando Gualdoni

La decisión adoptada ayer por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) defraudó a los mercados. Tan pronto como el cartel anunció la intención de subir sus cuotas en 708.000 barriles diarios, el precio del barril brent se disparó un dólar, superando la barrera de los 30. Los miembros de la OPEP están convencidos de que la medida ha sido en beneficio de sus intereses, de los Gobiernos y de los consumidores de

Sin embargo, la respuesta del mercado no aleja de momento el peligro de un alza de la inflación ni representa un alivio para los usuarios de carburantes. Los intermediarios del crudo han interpretado que el aumento de la OPEP ha sido en extremo moderado. Los 10 miembros de la OPEP (Irak está excluido por el programa petróleo por alimentos) que decidieron aumentar sus cuotas en 1,7 millones de barriles diarios a finales de marzo pasado, hasta un total de 24,69 millones, están produciendo actualmente unos 25,3 millones de barriles diarios, 600.000 barriles por encima de lo pactado.El incremento decidido ayer sólo oficializa la cantidad de crudo extra que ya está en el mercado y sólo la aumenta en 100.000 barriles. La cuota total de la OPEP a partir del 1 de julio será de 25,4 millones de barriles diarios. Si se incluye a Irak, la producción de los 11 de la organización alcanzará los 28,5 millones.

En el mismo comunicado en el que los miembros de la OPEP plasmaron las nuevas cuotas se despacharon contra aquellos que los acusan de ser responsables de la escalada de los precios de los carburantes y, por ende, del índice de inflación en los países industrializados.

Impacto en los precios

El cartel aseguró que "los altos precios del crudo no se deben solamente a la situación del mercado (los inventarios de crudo están a niveles adecuados) sino también a consecuencia de la especulación" y, en el caso particular de las gasolinas, "a la entrada en vigor de un nuevo tipo de gasolina menos contaminante en ese país para el cual las petroleras no tienen suficiente capacidad de refino".

El cartel aprovechó también para recordar que en los países industrializados el 70% del precio final de los carburantes son impuestos y que ésta es la principal causa por la que los consumidores deben pagar precios tan altos.

Según los analistas presentes en la sede de la OPEP, en la decisión final de la OPEP se impuso la propuesta de Irán, que se negaba a pactar un alza de 500.000 barriles o poco más, contra la de Arabia Saudí, que impulsaba una subida de un millón de barriles. En la reunión del 29 marzo pasado fue justamente al revés. A pesar de que Irán se negó a firmar el acuerdo oficial de subida de producción tras la reunión, terminó aceptándolo dos días después de hecho. Los miembros de la OPEP fueron muy reacios a respaldar a los saudíes en un primer momento porque temían que un aumento de las cuotas hiciera caer el precio del crudo por debajo de los 20 dólares.

Este temor es el que prevaleció ayer a la hora de decidir la cuantía del aumento. Poco antes de anunciarse las cifras finales, el ministro de Energía de Venezuela y presidente de turno de la OPEP, Alí Rodríguez, declaró que "la lección de Yakarta había sido muy bien aprendida". A finales de 1997, la OPEP decidió en la capital indonesia un aumento de sus cuotas de producción. El momento no pudo haber sido más inoportuno y la decisión más a contracorriente de la situación del mercado. Se tomó cuando ya habían aparecido los primeros síntomas de la gran crisis financiera que azotó a Asia primero y al mundo después durante 1998 y principios del año pasado. La demanda de crudo cayó en picado y el precio del crudo con ésta.

Además de decidir la cantidad de petróleo extra que se iba a poner en el mercado, el problema más difícil de resolver que enfrentó a los miembros del cartel en la reunión de ayer y que estuvo a punto de demorar la decisión fue el de sus intereses individuales.

Cuando la OPEP sube la producción, aun cuando sólo se trate de oficializar una cantidad de crudo que ya se vende, establece cuotas individuales para cada uno de sus miembros. Los miembros suelen cumplir casi a rajatabla sus compromisos durante el primer mes. No obstante, a partir del segundo, los países de la organización comienzan a producir más de lo que han pactado. Esta conducta se ha repetido a lo largo de los 40 años de historia de la OPEP.

Cuotas individuales

Entre la última subida de marzo y ayer la competencia entre los miembros para aumentar su capacidad de producción en el caso de que otros socios lo hicieran no era, en mayor o menor medida, un problema. Si los kuwaitíes, saudíes o argelinos, por ejemplo, aumentaban su producción también podían hacerlo simultáneamente los venezolanos, libios o iraníes.

La situación ha cambiado. Sólo Arabia Saudí, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos pueden aumentar con facilidad su producción real sobre la pactada. Esto significa, por ejemplo, que si Estados Unidos necesita importar más petróleo y Venezuela no puede suministrárselo, lo hará Arabia Saudí.Esa porción de mercado que Venezuela o cualquier otro miembro pierde es difícil de recuperar.

La posibilidad de sufrir una pérdida semejante es lo que ha puesto freno a muchos de los grandes y pequeños miembros del cartel a la hora de firmar ayer un acuerdo. La letra pequeña es importante hasta para los mayores exportadores de petróleo del mundo.

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Sobre la firma

Fernando Gualdoni
Redactor jefe de Suplementos Especiales, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS como redactor de Economía, jefe de sección de Internacional y redactor jefe de Negocios. Es abogado por la Universidad de Buenos Aires, analista de Inteligencia por la UC3M/URJ y cursó el Máster de EL PAÍS y el programa de desarrollo directivo de IESE.

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