Dos mujeres disputan a Zamarriego el Colegio de Médicos de Madrid
Mañana se celebra la elección del nuevo presidente de la organización
El Colegio de Médicos de Madrid encara la recta final de su campaña electoral, que culmina mañana con la cita en las urnas. El actual presidente, José Zamarriego, y dos mujeres, Inés Fernández y Juliana Fariña, se disputan el puesto. Frente a las acusaciones de falta de claridad, derroche y alta morosidad de los colegiados, Zamarriego asegura que ha ofrecido transparencia y que en cuatro años ha reducido la morosidad de 4.800 hasta 600 colegiados gracias, entre otras cosas, a la persecución judicial emprendida.Algunos colegiados aseguran que el nivel de morosidad entre los 28.500 facultativos es altísimo -no menos del 10%- debido a la insatisfacción de los colegiados (véase EL PAÍS del 20 de mayo pasado) con el presidente. José Zamarriego afirma que, gracias a las acciones emprendidas por acuerdo de la Junta Directiva de febrero del pasado año, dicha morosidad ha quedado drásticamente reducida a 600 colegiados, "muchos de ellos en fase de notificación para conseguir la práctica regularización económica definitiva" [la colegiación médica es obligatoria].
Transparencia
Lo que más preocupa a Zamarriego son las acusaciones de falta de transparencia. El Colegio de Médicos ha enviado a EL PAÍS las auditorías de los últimos cuatro años, en su momento también difundidas entre los colegiados, que demuestran que cada año se ha hecho un informe que expresa "la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid al 31 de diciembre". Con ello queda demostrado que la situación contable de la institución es correcta (no hay salvedades), pero resulta imposible saber qué ocurrió con todas aquellas irregularidades que el propio Zamarriego denunció a partir de una auditoría de 1996 hecha nada más acceder a su puesto. Por aquel entonces, Zamarriego, además de asegurar que la morosidad alcanzaba a 4.800 colegiados, hablaba de una deuda de 2.702 millones de pesetas, además de la contraída con la Organización Médica Colegial de 441 millones y describía extrañas partidas, como gastos no justificados de 366 millones, o la adquisición de una base de datos llamada Cóndor y de la que después nunca más se supo, que costó unos 200 millones de pesetas. El equipo de Zamarriego asegura haber dado cumplida a cuenta de los números a los colegiados en las asambleas de compromisarios y de haber reducido la deuda colegial a 1.076 millones de pesetas.
Juliana Fariña, jefa de Anatomía Patológica del Hospital Clínico y candidata a presidir el colegio médico, no se cree los datos de Zamarriego. "Las auditorías realizadas son de gestión, no técnico-financieras. Tampoco es cierto el nivel de endeudamiento que tiene el colegio; basta con ver las cifras que yo he conseguido de la auditoría, que la junta directiva no me ha facilitado".
La otra candidata, Inés Fernández de Valderrama, jefe de sección de Cirujía Vascular del hospital Doce de Octubre, prefiere abstenerse de entrar en este debate. "A mí lo que me preocupa es que Zamarriego pueda hacer campaña electoral desde el colegio de médicos y que yo pida apoyo financiero para mi campaña y se diga que los estatutos no lo contemplan". Para ella lo más relevante es "el hecho de que el colegio siga alejado de la actividad científica y siga cerrada a la sociedad". Y pone como ejemplo la pujanza de las sociedades científicas de cada especialidad frente a la falta de contenido científico de la revista del Colegio.
"Los Colegios acaban de celebrar sus cien años, y no han evolucionado nada, de modo que ya no responden a las demandas de la sociedad", señala, por lo que deben ser "refundados".
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