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Un cura da un cómic macabro antiabortista a sus alumnos de 12 años de un centro público

Amaya Iríbar

El único profesor de religión del instituto público Gómez-Moreno (San Blas), Ignacio Antolín, decidió explicar qué es un aborto a su alumnos de primero de la ESO (entre 12 y 13 años) a través de un cómic macabro, en el que puede verse un feto atravesado por un puñal, hecho pedazos por un aspirador o recibiendo el impacto de una enorme jeringuilla. Sólo una madre ha protestado por este hecho, que ya ha sido denunciado a la inspección. La Federación Regional de Asociaciones de Padres Giner de los Ríos se sumará a esta denuncia y la llevará también al Defensor del Menor.

"Si tú ya eres una jovencita, debes saber que el aborto es un asesinato", puede leerse en uno de los pasquines de la asociación antiabortista Adevida, junto a la imagen de un feto atravesado por un puñal. Otras cuatro imágenes ofrecen una visión distorsionada de los métodos que, según sus autores, se emplean para interrumpir de forma artificial el embarazo. El texto habla en todo momento de niño en lugar de embrión e invita a sus destinatarios a hacer cinco copias y a repartirlas entre sus amigos. Ignacio Antolín, el único profesor de religión del centro, que tiene unos 450 alumnos, repartió este documento a los más pequeños hace dos semanas, junto a otro titulado ¿Quién mató a Juanito?, que cuenta la vida de un feto desde la primera hasta la duodécima semana de gestación. La experiencia resultó traumática al menos para una de sus alumnas. Ésta ha asegurado que el profesor llevaba las hojas preparadas, les repitió varias veces que "el aborto es un asesinato" y afirmó que si alguna chica era violada tenía que acudir a un centro de salud para que le hicieran un lavado vaginal.

Nadie protestó, según ella, porque no sabían nada del aborto y porque el pasquín les impresionó. "Nos llegó a decir que a los de cuarto [de ESO] les ponían un vídeo en el que se ve un aborto", aseguró. EL PAÍS ha intentado desde el pasado viernes, sin éxito, recabar la opinión del profesor de religión sobre el controvertido escrito.

"Un hombre comprensivo"

Para el director del centro, Carlos Gutiérrez, se trata de "una minucia y un malentendido", que se podría haber solucionado hablando directamente con el profesor, que "es un hombre muy comprensivo y respeta todas las opiniones". Eso hizo la asociación de padres, que también se muestra comprensiva con Antolín, a pesar de admitir que los materiales educativos empleados por éste no eran los idóneos, ni por su contenido ni por la edad de los alumnos a los que iban dirigidos. Su presidenta habló con el profesor el jueves y aceptó sus explicaciones de que los jóvenes están expuestos a mucha más violencia a través de la televisión y que su clase sólo intentaba animar a los alumnos a debatir sobre un tema como el aborto, si bien le trasmitió el malestar de la APA.

La federación regional de asociaciones de padres Giner de los Ríos, de la que forma parte la APA del Gómez-Moreno, es mucho más beligerante. Su portavoz, Carmen Espinar, se mostró ayer "horrorizada", no sólo porque "es una crueldad" mostrar este tipo de imágenes a niños de 12 años, sino también porque el único objetivo de las mismas es "desinformar". Para Espinar, el hecho de que el centro sea público agrava la situación. Su asociación, que no conoce casos similares en centros concretos, ha decidido denunciar el caso ante la inspección y ante el Defensor del Menor.

El camino de la inspección ya lo tomó la semana pasada la madre de una alumna del Gómez-Moreno. Indignada por las fotocopias que su hija trajo de clase y el relato que ésta le hizo de la misma pidió una entrevista con el director del centro, quien le remitió al jefe de estudios. En su reunión con éste, la madre pidió que obligaran a rectificar al profesor, que lleva 28 años en el centro y está a punto de jubilarse, para que explicara a los alumnos que existen tres supuestos legales bajo los cuales se pueden realizar abortos en España (depués de una violación, cuando existe una malformación del feto y cuando está en peligro la salud de la madre). El curso acabó el viernes sin que esto se hubiera producido.

El director del instituto asegura que no tiene capacidad para obligar a un profesor a cambiar una clase. De hecho la asignatura de Religión es especial en este sentido, pues no es la Administración quien decide sus contenidos mínimos sino una comisión específica de la Conferencia Episcopal. El único límite es la Constitución, que no dice nada del aborto y el derecho de los niños a recibir una información veraz.

El asunto no ha causado ningún revuelo en el centro. Un profesor aseguró que no tenía ni idea del asunto. Y varios alumnos de otros cursos reconocieron que ellos también recibieron estos pasquines en años anteriores, algo que desconoce la asociación de padres. "A las chicas les intentaba convencer de que si las violaban tenían que tener el niño", recordaba una estudiante, "pero nadie le hace caso". Una compañera de tercer curso de la ESO resumía la poca importancia que dan al hecho la mayoría de los alumnos: "Es un cura, ¿qué va a decir sobre el aborto?".

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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