De Wilde ejecuta otro partido de pesadilla

La Eurocopa se ha acabado para Bélgica y, por tanto, para De Wilde, hasta ayer portero titular del equipo, quien lejos de lamentarse debería agradecer tan inesperado adiós. Porque su actuación en la Eurocopa se guadará en el recuerdo. La primera noticia risible que dejó caer el torneo fue el error de De Wilde en el partido inaugural, el que enfrentó a Bélgica y Suecia, en el que intentó parar un balón con su pie derecho, lo pisó de mala manera, se resbaló y dejó el camino hacia la portería libre de obstáculos para que un sueco que por allí pasaba, Mjälby, consiguiera el gol. No ocurrió nada trascendente, más que nada porque ganó Bélgica. Pero algunos comenzaron a preguntarse quién era De Wilde.Y resultó ser el meta del Anderletch, de 35 años, que siempre había estado en el segundo plano otorgado a quienes son suplentes de los grandes estrellas. A la sombra de Preud'Homme vio pasar sus oportunidades en la selección, sin abandonar el banquillo ni un minuto en los Mundiales de Italia 90 y Estados Unidos 94.

Pero Preud'Homme dijo adiós y le tocó el turno al eterno suplente. Y le tocó en casa, en la Eurocopa, ante su público. A las primeras de cambio falló. Nada ocurrió porque Bélgica ganó a Suecia. Pero ayer el asunto adquirió tintes tragicómicos. Amenazaba con llegar el descanso cuando voló un balón sobre el área belga. Un balón que nada decía, que no emitía señal alguna de que llevara peligro. Así lo creyó la defensa en pleno, que dejó que su portero saliera cómodamente a por tan inocente envío. Por si acaso saltó Sükur. Y saltó más que De Wilde, que atrapó la cara del delantero, no el balón. Aún hubo más. Seis minutos quedaban cuando el guardameta protagonizó su tercer disparate, y último, del torneo, saliendo a la banda a por aquel balón que pasó de largo, mientras De Wilde atropellaba a Arif y se iba al vestuario a ponerle lágrimas a su pesadilla.