Audiencia

Canal9 ya ha puesto en marcha la programación especial que prepara todos los veranos para mantener el tirón y no perder audiencia. Los responsables de la televisión valenciana nos vuelven a ofrecer este año una joya como Calor, calor, que muchos telespectadores recordarán. El objetivo de los cambios de programación en época estival, que no es otro que el de mantener los niveles de audiencia que se consiguen durante el resto del año con otros espacios estrella, como Tómbola, se puede alcanzar de múltiples maneras, pero, por si aún llegamos a tiempo, ahí va una propuesta que sin duda arrasaría. Hay que hacer constar que no se trata de una experiencia inédita, porque por lo visto ya la han ensayado en Rusia. Además, no es un programa de variedades de esos que se graban con público y en los que es relativamente fácil introducir elementos llamativos con los que alcanzar el objetivo. Es un informativo, en directo, eso sí, rompedor. Imagínense a una locutora detrás de la típica mesa, con su monitor, su ordenador, sus papeles y su bolígrafo. Pero la cámara no la capta de frente, sino de medio lado, de forma que se ofrece al espectador una espléndida vista de las no menos espléndidas piernas de la locutora, que va vestida ad hoc, con una escueta minifalda. Imagínensela ofreciendo una noticia, digamos, que del presidente Zaplana inaugurando Terra Mítica. La cosa no queda ahí, porque a lo largo del informativo se suceden las sorpresas. De repente, una escultural señora, vestida con un ligero traje, aparece por un lado de la pantalla y, con sensual caminar, se dirige, detrás de la locutora, al otro extremo del campo de visión. Allí, se despoja de la ropa y queda vestida con un mínimo tanga antes de volver a realizar gestos y posturitas. Otra variante presenta a la locutora, con motivo de una noticia sobre pugilismo, con dos guantes de boxeo colgados del cuello que le tapan los pechos desnudos. Las posibilidades, como verán, son amplísimas. Incluso se puede pensar en variantes dirigidas a captar más audiencia femenina, con locutores ligeros de ropa. Dicen que en Rusia estos informativos han logrado cotas de audiencia nunca antes alcanzadas. Y aquí seguramente no sería muy diferente. Por desgracia.