De la crítica y la autocrítica
Entre los jugadores españoles se observan dos posturas tras la derrota frente a Noruega. Una, la mayoritaria, insiste en quejarse de la crítica periodística. Y la otra aboga por la autocrítica. Alfonso, uno de los futbolistas más reflexivos, abunda en la necesidad de que "se siga confiando en la selección". "Vamos a intentar no defraudar a quienes siguen defendiéndonos partiendo de la base de que nos quedan dos partidos que nos pueden dar la clasificación para los cuartos de final", añade. "Perder contra Noruega fue un palo importante pero no definitivo. Confiamos en nosotros porque pensamos que tenemos un buen equipo".El espíritu de solidaridad se impone a las reivindicaciones individuales, así que Alfonso proclama que "hay que apoyar al equipo juegue quien juegue". "Hay que estar juntos e intentar que el entorno sea bueno, porque entonces todo se llevará mejor. No es fácil, porque la expectación que ha despertado la selección no se corresponde con la gente que acude a los partidos. Frente a Noruega tuvimos incluso la sensación de jugar en campo contrario. Pero también sabemos que, si nos clasificamos, la gente se animará mucho más".
Alfonso defiende que, contrariamente a lo dicho y escrito, el partido de la selección contra Noruega "no fue tan malo". "Es un problema de exigencia. A Italia, por ejemplo, se le consiente que juegue a aguantar, pero a nosotros se nos pide más. Debemos jugar, jugar bien y ganar, y no es fácil".
Paco fue un paso más en sus recriminaciones a la prensa. "Es pronto para recibir tantos palos", afirma. "Si perdemos contra Eslovenia se nos puede dar de hostias y las aceptaremos, pero ahora no toca". Visceral como es, el central no tuvo ningún reparo en admitir que es de la opinión de que no importa cómo jugarle a Eslovenia: "Me da igual como se gane. Hay que meterla como sea. La manera de conseguir los tres puntos es lo de menos".
Míchel Salgado, por el contrario, practicó la autocrítica. "No debemos cambiar la mentalidad, la forma ni el estilo de juego. Hay que ser ofensivos e ir a por el partido, cosa que contra Noruega no supimos hacer. No se sabe por qué, pero no estuvimos al nivel que queríamos. Nuestro equipo tiene mucho más fútbol que el expresado el martes. Las cosas no salieron, pese a estar advertidos". Y remacha: "No supimos jugarle a Noruega. Tiene un estilo que consiste en no dejar jugar al rival y no nos dejó espacios. No profundizamos ni creamos las ocasiones de gol que acostumbramos a generar en cualquier partido".
A Sergi, mientras, se le requirió por su compañero Celades, que ya se ha vestido con la zamarra del Madrid. "Es muy triste ver a un jugador de la casa vestido de blanco, el color del rival número uno del Barça", se lamenta. "El que quiera, que reflexione y se pregunte por los motivos por los que ha acabado en el Madrid".
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