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Cataluña tendrá medio millón menos de jóvenes en el año 2011

La población global de Cataluña aumentará ligeramente en los próximos años (de 6,09 millones de habitantes en 1996 se pasará a 6,46 millones en el 2001), pero, según las mismas previsiones, del Instituto de Estadística de Cataluña, en el mismo periodo el número de jóvenes entre 15 y 29 años disminuirá el 34,6% y pasará de 1.454.000 individuos en 1996 a 950.000 en 2011. Este descenso en medio millón de jóvenes se debe a que dentro de 10 años la población de 15 a 29 años estará formada por las denominadas "generaciones vacías", nacidas en plena crisis de la natalidad.Pese a que los bajos índices de fecundidad son considerados habitualmente negativos para la evolución social y demográfica de un país, sus consecuencias no serán negativas, sino todo lo contrario, para los jóvenes catalanes de 2011, que gozarán de una "mejora de su situación porque habrá una menor competencia en el seno de este grupo demográfico que facilitará su inserción social y laboral". El sexo femenino saldrá especialmente beneficiado de este proceso. Así lo concluye el estudio Los jóvenes catalanes en el 2001: los cambios que llegan, realizado por el Centro de Estudios Demográficos por encargo de la Secretaría General de Juventud.

Los autores, del trabajo, Juan Antonio Módenes y Julián López, se han centrado en analizar las consecuencias laborales y educativas que tendrá sobre los jóvenes la reducción del peso relativo de este grupo demográfico, que representaba el 23,9% de la población en 1996 y supondrá el 14,7% en 2011.

PASA A LA PÁGINA 7

Dentro de 10 años, el 73% de los jóvenes tendrá trabajo

VIENE DE LA PÁGINA 1 El estudio parte de la hipótesis de que se mantendrá un clima económico positivo hasta el horizonte de 2011 e incluye las previsiones del Instituto de Estadística sobre la inmigración que recibirá Cataluña en la próxima década: unos 200.000 inmigrantes, de los que 60.000 serán jóvenes. "La previsión actualmente más verosímil es que la fuerte disminución del volumen de población joven no sea compensada por la aportación migratoria", afirman los autores del estudio.

En el terreno laboral, el estudio prevé que dentro de 10 años los jóvenes volverán a participar "intensamente en el mercado laboral, como antes de abandonarlo masivamente a comienzos de los años ochenta". En 2011, el 73% de los jóvenes serán activos laboralmente, frente al 57% de 1996. "El porcentaje del 73% no es desorbitado. Es la tasa que había antes de principios de los ochenta", destacó ayer Módenes. Pese a la mayor incorporación de los jóvenes en el mercado laboral, propiciada por la menor competencia entre ellos al tratarse de un grupo reducido, el número absoluto de jóvenes activos se reducirá en unos 143.000.

Las previsiones de los demógrafos es que los índices de escolarización de los jóvenes no bajarán aunque aumente su participación en el mundo del trabajo. "La tendencia apunta a que empleo y estudios se harán compatibles". De acuerdo con la investigación, en 2011 se duplicará el porcentaje de jóvenes que compaginarán estudios y trabajo hasta alcanzar el 20% del total.

Además de que la cifra de jóvenes universitarios se mantendrá, se consolidará en los próximos años una mayor presencia femenina en la Universidad. La ampliación de las posibilidades que se auguran para los futuros jóvenes beneficiará especialmente al sexo femenino, hoy especialmente castigado por el paro juvenil y la precariedad laboral.

Otra de las previsiones del estudio es la reducción de las diferencias territoriales en el peso de los jóvenes sobre la población total. "La reducción del número de jóvenes será más acusada en los lugares donde este grupo tenía un mayor peso relativo en 1996".

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