Redondo ofrece a Aznar cerrar el pacto contra el terrorismo antes de fin de año
El secretario general del Partido Socialista de Euskadi (PSE), Nicolás Redondo Terreros, justificó ayer la estrategia que se han trazado los socialistas en Euskadi de tender puentes entre el PP y el PNV con el argumento de que "la salida al problema vasco pasa por un acuerdo entre nacionalistas y no nacionalistas". En una conferencia-coloquio, en el Club Dialógos por la Democracia de Madrid, Redondo anunció su voluntad de cerrar con el partido que lidera José María Aznar un pacto de Estado contra el terrorismo antes de fin de año, y pidió al presidente del Gobierno que no presione al PNV y "le deje decidir" sobre su crisis. A su vez, el PSE se compromete ante los peneuvistas a no tratar de formar mayorías alternativas en los municipios en los que el partido de Xabier Arzalluz se quede en minoría tras romper con EH.Redondo, ante la compleja situación política vasca, distinguió entre los problemas de gobernabilidad del lehendakari Juan José Ibarretxe y el del terrorismo. En este segundo aspecto, abogó por "pasar de la relación de lealtad que hay entre el PSOE y el Gobierno del PP a una relación de complicidad". Fijó como modelo a seguir el del Gobierno británico en Irlanda del Norte. "Nadie habla allí de la política antiterrorista que hizo Major o la que hace Blair. Sólo se habla de la política del Gobierno británico", señaló.
El líder del PSE insistió en que la finalidad del pacto de Estado sería aclarar a ETA que "debe desistir de imponer por la violencia sus pretensiones políticas, porque, gobierne quien gobierne en Madrid, el PP o el PSOE, no lo logrará". Redondo cree que, en cuanto se celebre el congreso del PSOE, a finales de julio, el Gobierno y los socialistas deben abrir una negociación y cerrar ese pacto antes de fin de año.
Redondo completó su plan de paz con una segunda propuesta:la creación de un nuevo foro de partidos vascos, cuya condición previa para participar en él sería que sus componentes rechazaran expresamente la violencia y aceptaran el marco del Estatuto de Gernika y de la Constitución. El Parlamento vasco debatirá precisamente el viernes esta propuesta y Redondo cree que el PP la apoyará. También anunció que su partido negocia con el PNV la retirada de la enmienda a la totalidad que los preneuvistas han presentado.
La encrucijada del PNV
Redondo definió la situación de crisis por la que atraviesa el PNV como de "encrucijada entre el soberanismo o la aceptación de las reglas de juego". Y se mostró partidario de "dejarle decidir", pues si se le ataca, dijo, se apiña, porque "el PNV es más que un partido, es un movimiento". En este sentido, criticó el tono de la declaración institucional de José María Aznar, el jueves pasado, "pero no su contenido, que fue correcto". "Parece que Aznar quiere que Arzalluz siga al frente del PNV para ganarle más fácil las elecciones", apostilló.
Garantizó, en esta línea, que el PSE, tras la inminente ruptura del PNV con EH, no intentará formar mayorías alternativas en los municipios en que los peneuvistas pierdan la mayoría. No obstante, aclaró que el PSE no "será el tonto útil que permita al PNV mantenerse en el Gobierno vasco una vez perdida la mayoría tras romper con EH". Aun así, no quiso revelar cuál sería la política de alianzas del PSE si finalmente se celebrasen elecciones anticipadas en Euskadi. "La estrategia de pactos de un partido sano se hace después de conocer los resultados electorales", dijo. Y añadió: "Lo que pedimos al PNV no es un cambio táctico para ganar tiempo. Tiene que salir de Udalbiltza, romper con el Pacto de Lizarra y abandonar su política soberanista".
