FCC sostiene que el puente viejo no cayó porque lo protegió el nuevo

Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), empresa que realizó las últimas obras en el puente desplomado el pasado fin de semana, asegura que el más antiguo, levantado hace más de 100 años con piedras y ladrillos, no cayó porque tuvo la protección del primero.El puente nuevo fue construido en 1976 por la empresa Dragados y, posteriormente, ampliado por Fomento a finales de los ochenta e inaugurado definitivamente en 1990, cuando se abrió el tramo de la autovía entre Igualada y Martorell. Junto a este viaducto, pero, de acuerdo con el sentido de las aguas, ubicado después, se yergue el segundo puente centenario por donde discurría la vieja carretera Nacional-II. Fomento de Construcciones reitera que este puente antiguo soportó la riada porque tuvo la protección del moderno, que cedió.

La construcción de la autovía entre Igualada y Martorell, uno de cuyos tramos se precipitó al vacío al caer el puente sobre la riera Magarola y otro de 20 metros se diluyó socavado por la fuerza de las aguas, costó 10.000 millones de pesetas en 1990, incluyendo en ello el precio de las expropiaciones.

Los datos que ofreció el MOPU (Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, denominación por aquel entonces del actual Ministerio de Fomento) cuando se inauguró este tramo de autovía no desglosan el coste del puente hundido. Las primeras estimaciones oficiosas dicen que su reparación tendrá un coste cercano a los 1.000 millones de pesetas. No obsante, representantes del Ministerio de Fomento han declinado evaluar los costos del viaducto a la espera de conocer el estado en que ha quedado el resto de la estructura del puente.

El tramo entre Esparreguera y Martorell costó 2.443 millones de pesetas, de los que 1.800 se destinaron a las obras y el resto a expropiación de fincas.