Los militantes del PSOE reclaman elecciones primarias

Los militantes del PSOE quieren un partido diferente. Más abierto, con candidatos elegidos a través de elecciones primarias, con incompatibilidades entre cargos del partido y puestos de elección popular y, en suma, con mayor participación directa de las bases. Éstas son las demandas que quedan claras en las enmiendas que los afiliados están presentando en sus agrupaciones a la ponencia-marco elaborada por la Comisión Política. Al tiempo, se está eligiendo ya la primera tanda de delegados, un proceso que culminará el 25 de junio en los congresos regionales con la designación definitiva del millar de afiliados que elegirán al nuevo secretario general del PSOE a finales de julio.

En los delegados recaerá la decisión de aceptar las demandas de cambio consagrándolas en los estatutos. Tan sólo Iniciativa para el Cambio propicia esos postulados, seguidos de cerca por Rosa Díez, en tanto que Matilde Fernández y José Luis Rodríguez Zapatero muestran todavía muchas cautelas y falta por escuchar a José Bono.Durante nueve días, desde el pasado día 3 hasta hoy, los militantes socialistas de toda España han estado presentando enmiendas a la ponencia-marco y eligiendo a los delegados que irán a los congresos regionales -cuyo proceso se desarrollará entre los días 13 y 25- de donde saldrán los definitivos. Lo que está ocurriendo estos días no es determinante porque en los ámbitos superiores puede darse un vuelco -tanto en el aspectos orgánico, como en el de proyecto político o en el de composición de delegados por familias- pero está sirviendo de muestra a los dirigentes socialistas para conocer el estado de ánimo de la organización. A los cuadros medios y altos del partido se les atribuye una actitud más conservadora.

Pero la sospecha de los dirigentes se ha confirmado. El ansia de participación de los militantes es un hecho indiscutible que se manifiesta en la presentación de enmiendas a la ponencia-marco. Los miembros de la Comisión Política, de forma deliberada, dejaron la regulación de la vida interna del partido a la decisión de los militantes. Así, en el texto oficial se recoge la necesidad de buscar fórmulas de participación y se pide al congreso "una reflexión" sobre el proceso de primarias. Pues bien, los militantes quieren primarias, según se observa en las enmiendas presentadas en agrupaciones de Andalucía, Castilla-La Mancha, Aragón, Madrid, Valencia, Castilla y León y Murcia.

Además de las elecciones internas para designar a los candidatos a la presidencia del Gobierno, de las comunidades autónomas y de los ayuntamientos; las propuestas reclaman incompatibilidades entre cargos públicos y de partido; limitación de mandatos y listas abiertas para la elección de delegados.

El movimiento Iniciativa para el Cambio y su líder, Manuel Escudero, reivindica la paternidad de todas ellas, tal y como figura en sus propias enmiendas, y confía en que "la fuerza del cambio" llegue hasta el congreso federal y se hagan realidad sus postulados, que hasta ahora no asume en su totalidad ninguno de los candidatos a la secretaría general, aunque Rosa Díez es la que más se aproxima.

La diferencia entre Escudero y Díez es que el primero considera imprescindible que el congreso federal de julio introduzca en sus estatutos las modificaciones, sobre todo las primarias y las listas abiertas para la elección de delegados, al objeto de que entren en funcionamiento para los congresos regionales de otoño que seguirán al congreso federal. Rosa Díez, sin embargo, pospone los cambios a una conferencia de organización que podría celebrarse un año después de este congreso.

El entusiasmo en el resto de los protagonistas de este congreso respecto a esa revolución interna es muy moderado. "El modelo de estar todo el día con la urna debajo del brazo que llegaría hasta la elección del compañero responsable de cuidar la Casa del Pueblo es un exceso", ironiza un dirigente madrileño. En esto coinciden los guerristas y su candidata Matilde Fernández, y los promotores de Nueva Vía en sintonía con su líder, José Luis Rodríguez Zapatero, y ambos sectores con los redactores de la ponencia-marco.

En sentido genérico, a lo máximo que han llegado estos últimos es a señalar que el candidato a la presidencia del Gobierno debiera ser elegido mediante primarias, pero todavía no figura en sus textos. Bono hace varias semanas mencionó las primarias como fórmula de elección.

Ahora bien, todos ellos tienen prejuicios respecto a la aplicación de las primarias, por ejemplo, en los casos de alcaldes o presidentes autonómicos que gozan del respaldo de los ciudadanos y que pueden ser desbancados por el partido por rencillas internas.