Los GRAPO colocan cuatro artefactos explosivos contra empresas de trabajo temporal en Barcelona

Cuatro artefactos explosivos de fabricación casera fueron colocados en la mañana de ayer, con un intervalo de menos de tres horas, en otras tantas oficinas de empresas de trabajo temporal (ETT) de Barcelona, provocando algunos daños materiales. Los primeros dos artefactos explosionaron sin causar daños y los otros dos pudieron ser neutralizados por la policía. Los GRAPO se atribuyeron la acción, mediante una llamada telefónica a los bomberos de la ciudad, poco antes de que fuera desactivado el cuarto artefacto. Los sindicatos UGT y CCOO tildaron de "injustificables" los atentados.

La policía considera que existe una estrecha relación entre la reaparición de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) y la reivindicación del asalto a un furgón en Vigo hace un mes -en el que murieron dos guardias jurados-. La policía entiende que la elección de Barcelona como objetivo de la colocación de nuevos artefactos explosivos reafirma la hipótesis de que la autoría pertenece a los GRAPO: la capital catalana ha sido en los últimos años objetivo permanente de esta organización terrorista.La primera de las cuatro explosiones se registró sobre las 4.40 horas en la oficina de la ETT Adeco, situada en la calle Casanova; un artefacto colocado en el búzón explotó y causó daños materiales aún por evaluar. Veinte minutos más tarde hizo explosión otra bomba en la dirección de operaciones de la misma compañía en Cataluña, situada en la cuarta planta del número 161 de la calle Llacuna de Barcelona. El artefacto, también de fabricación casera, estaba en el macetero de entrada a la oficina. A consecuencia de la explosión se abrió un boquete en una de las paredes que afectó a la recepción y provocó el derrumbe de placas del techo, además de reventar algunas puertas y cristales.

Como una mano

El tercer artefacto fue depositado hacia las 6.30 horas en la empresa de trabajo temporal de la firma Iman-Labor, situada en el número 200 de la Gran Via de les Corts Catalanes. Una empleada de la oficina descubrió el artefacto, del tamaño de una mano, que había sido colocado entre una persiana metálica y la puerta de acceso del local. El grupo de artificieros consiguió realizar una explosión controlada.

Por último, poco después de las once de la mañana, artificieros de la policía, que emplearon un robot, desactivaron el cuarto artefacto, que los terroristas colocaron hacia las siete de la mañana en la entrada de la ETT Alta Gestión, en el número 282 de la calle Aribau de Barcelona. El artefacto se hallaba en el conducto de ventilación de la oficina.

Los artefactos constaban de una fiambrera, un reloj, un iniciador y un explosivo que podría ser cloratita, aunque la policía continúa examinando la composición de los mismos.

Los investigadores descartan por completo que los autores de estos atentados puedan ser los mismos que protagonizaron la acción del miércoles en Valencia. La policía considera que existe un trabajo previo de investigación y de elección de los objetivos, como lo demuestra el hecho de que se eligiera un inmueble situado en la cuarta planta de un edicio. Pero los investigadores sí creen que las acciones de Valencia y Barcelona fueron coordinadas antes de llevarse a cabo para buscar la máxima resonancia social, por lo que no se descarta que en los próximos días puedan producirse hechos similares.

Los sindicatos UGT y CCOO condenaron los ataques contra las empresas de trabajo temporal, mientras que la Asociación Española de ETT denunció que son fruto del desconocimiento de la labor de estas empresas. El secretario general de UGT de Cataluña, Josep Maria Álvarez, afirmó que "es injustificable la utilización de la violencia" y añadió que estos hechos deberían ser "perseguidos a fondo por parte de la policía". Por su parte, el secretario de acción sindical de CC OO, Juan Manuel Tapia, explicó que el sindicato al que pertenece, "además de expresar la más enérgica repulsa, denuncia los hechos como radicalmente contrarios a los intereses de los trabajadores de las ETT y del conjunto de la población asalariada de Cataluña".

Reivindicaciones

La acción de los GRAPO en Barcelona se produce después de que esta organización terrorista reivindicara el pasado miércoles en un comunicado remitido a la agencia Efe la autoría del asalto a un furgón blindado de Prosegur el pasado 8 de mayo en Vigo (Pontevedra), en el que murieron dos vigilantes. La reivindicación de la acción llegó por correo con una carta con matasellos Madrid-Chamartín firmado por el "Comité Central de los GRAPO" y con fecha de 5 de junio. La organización terrorista reconoce en ese escrito el fracaso del asalto, ya que no se llevaron dinero y un terrorista resultó herido.

El comunicado explica que "este operativo militar no pudo ser alcanzado debido a un error de cálculo". Este error, según el comunicado de los GRAPO, se concretó en el hecho de que "la activación de la potente carga explosiva destinada a inmovilizar el vehículo hizo que éste se desplazara más de 50 metros del lugar donde estaba previsto su abordaje". Según los GRAPO, ese desplazamiento permitió a los "guardianes del dinero reponerse de la sorpresa y empezar a disparar", que se saldó con la muerte de "dos esbirros del capital", en alusión a los vigilantes.