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El error de comprar en 'negro'

A la familia Sacristán-Luceño de Badalona sólo le queda una opción: vender el piso para ir a otro de alquiler. La empresa Skala Kosmo, SA, la ha dejado sin la vivienda adosada que quiere comprar en Montigalà, ya pagada en parte, y se ha quedado también sin el piso en el que vive porque lo vendió para poder pagar la casa nueva. Y también se ha quedado sin los ahorros de toda una vida de trabajo.El sueño que la familia perseguía de acceder a una casita con jardín se ha convertido en una pesadilla desde que la constructora, participada por Construcciones Castro, con sede social en Barcelona, se cerró en banda a entregarle la vivienda después de que el matrimonio acudiera a asesorarse a la oficina municipal del consumidor. Sofía Luceño afirma que no han recuperado ni un duro de los 10.238.000 pesetas que llevan entregados desde julio de 1998.

Mientras el Juzgado de Primera Instancia nº 6 de Badalona resuelve la demanda contra la constructora, al matrimonio le vence el plazo para entregar a los compradores la vivienda donde reside con sus dos hijos y la abuela.

Según la versión de la familia, las anomalías empezaron cuando, siguiendo las indicaciones de la promotora, tuvieron que abonar una parte del importe exigido en dinero negro. "Nosotros somos trabajadores y no teníamos ni un duro negro, sino los ahorros que hemos podido ir reuniendo cobrando sólo el jornal de mi marido", explica Luceño. Conforme iban pasando los meses sin que la casa de Montigalà estuviera lista, el nerviosismo del matrimonio iba en aumento: se acercaba el mes de mayo y en esa fecha tenían que dejar libre la vivienda que habitan en la calle de Alfonso XII.En abril les enseñaron la casa adosada y su estado era deplorable, lo que indujo a Luceño a pedir que la repararan. La vivienda que les reservaban, en el número 8 de la calle de Xaloc, la utilizaban los albañiles de la obra para cambiarse y para almacenar materiales, lo cual había ocasionado, según ella, numerosos desperfectos.

Los temores de Sofía Luceño y de su marido fueron en aumento en las semanas siguientes. El 28 de abril recibieron un escrito de Skala Kosmo, SA, que les dejó perplejos. En él se les conminaba a pagar más de 25 millones, además de un millón correspondiente al IVA, para poder acceder a la finca. De lo contrario, les notificaban que recuperarían los 5.778.000 que habían anticipado. De los otros 4,5 millones que habían abonado en efectivo (negro) no decían nada. Para un núcleo familiar que dispone como único ingreso del salario del padre, camionero de profesión, se trata de un capital considerable.

Por su parte, el director general de Construcciones Castro, Juan Antonio Gil, asegura que "todo es un invento" de Luceña, de quien señala que todo su objetivo es que le entreguen la casa sin acabar de pagarla porque se le ha retrasado la venta del piso. Gil niega también que su firma pida por sus fincas dinero negro. La promotora reconoce que hubo retraso a la hora de entregar las casas, lo que achaca al boom de la construcción.

Pese a las descalificaciones de la empresa hacia Sofía Luceña, lo que está claro es que el matrimonio de Badalona no está solo: varios de sus futuros vecinos, que están al corriente de lo ocurrido, están dispuestos a testificar que también a ellos se les pidió que liquidaran parte de su deuda en dinero negro.

Para acabar de desmoralizarse, el matrimonio ha sabido recientemente que la constructora se disponía a vender a una tercera persona la casa por la que ellos han pagado ya 10.238.000 pesetas.

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