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Josep Maria Solé i Sabaté dimite como director del Museo de Historia de Cataluña

Josep Maria Solé i Sabaté ha presentado su dimisión como director del Museo de Historia de Cataluña. Solé comunicó su decisión a los trabajadores del museo el pasado lunes por la mañana y les informó de que la dimisión le había sido aceptada por el consejero de Cultura, Jordi Vilajoana, a quien se la comunicó verbalmente y por escrito. Historiador, político y tertuliano, Solé i Sabaté explicó a este diario que su dimisión obedece a "razones de indole estrictamente personal", que vinculó a su próxima paternidad. Solé i Sabaté, cuya gestión ha generado polémica en varias ocasiones, insistió en que no había ningún otro motivo. El consejero de Cultura no pudo ser localizado por este diario.

La designación de Solé i Sabaté como director fue casi tan polémica como la creación del propio museo, inaugurado en 1996. Su dimisión se produce tras la publicación en la revista L'Avenç de un duro artículo sobre su actuación al frente del museo y de la presentación, a principios del pasado mes de mayo, de una serie de preguntas parlamentarias sobre la marcha de la institución.Hasta su nombramiento, Solé i Sabaté compaginó su labor docente con la actividad política, primero como miembro de la comisión permanente de Iniciativa per Catalunya y más tarde con su pertenencia a la Fundación Acta, una especie de laboratorio de ideas del nacionalismo catalán.

Solé i Sabaté dirigía y moderaba ya entonces -marzo de 1996- una tertulia radiofónica en Catalunya Ràdio, Postres de músic, labor en la que afirmó que continuaría hasta el final de aquella temporada. Cuatro años después, esa labor radiofónica de Solé i Sabaté ha motivado una de las preguntas que el diputado Joan Surroca, del grupo parlamentario Partit dels Socialistes-Ciutadans pel Canvi, ha dirigido al consejero de Cultura para que le sea contestada por escrito: "¿Es correcto, administrativa y éticamente, la participación del director del museo en un programa de tertulia radiofónica diaria? ¿Qué otros trabajos remunerados ejerce el director del museo? ¿Cumple la dirección aquellos requisitos de dedicación y competencia que se requieren en un gran centro para no caer en una inercia?". El diputado no ha obtenido aún respuesta oficial. El plazo de 30 días que la ley otorga al consejero para responder no ha transcurrido aún.

Sí tiene el diputado Surroca la opinión de otro historiador, Ricard Vinyes, quien en un extenso artículo publicado en L'Avenç el pasado mes de mayo constata "la ausencia absoluta de dirección real del museo". Y añade: "Siendo así, se entiende la postración actual que ha convertido el edificio en un escaparate de objetos silentes, que actúa sólo por encargo directo de la autoridad política y de sus necesidades culturales y conmemorativas, y poca cosa más. Incluso la progresiva degradación material de la exposición permanente es una triste prueba de la degradación de la institución". Y sigue: "La visita concertada de público no logra encubrir esta postración; al contrario, pone de manifiesto que más allá de los cartones que forman los dioramas no hay nada, que es sólo el envoltorio de un discurso petrificado, de una lección política antigua". Y concluye: "La falta de dirección y en consecuencia el uso exclusivamente expositivo del museo, su realidad estática, son causa y efecto de la ausencia de investigación impulsada por la institución, uno de los elementos esenciales de todo museo".

La dimisión de Solé i Sabaté por motivos personales contrasta con unas declaraciones efectuadas hace apenas un mes en las que explicaba sus planes para reestructurar la exposición permanente en lo que concierne a los siglos XIX y XX y, sobre todo, la manera de presentar el franquismo en Cataluña. El director consideraba que esta reestructuración era "necesaria" a los cuatro años de la apertura del museo, dado el desgaste del material interactivo y la necesidad de incorporar las investigaciones realizadas durante este tiempo y las últimas novedades tecnológicas.

Manolo S. Urbano

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