Localizado el cadáver de una mujer apuñalada en el fondo de un pozo de Alborache
Un vecino de Turís halló el pasado viernes por la tarde en el interior de un pozo, en el término de Alborache, el cadáver de una mujer apuñalada. La víctima, que aún no ha sido identificada, recibió media docena de cuchilladas repartidas entre el tórax y los brazos. Fuentes del caso sospechan que puede tratarse de un ajuste de cuentas vinculado al mundo de la prostitución. Efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos realizaron en la mañana de ayer labores de desecación del pozo por instrucciones de la Guardia Civil para ver si había algún indicio o prueba del suceso.
A un vecino de Turís, que se encontraba dando un paseo, le llamó la atención el "olor pestilente" que procedía del pozo de un molino de arroz abandonado, en la partida de Santo Bernat, a medio camino entre Turís y Alborache. Convencido de que se trataba de algún animal muerto, el hombre se asomó al pozo. A primera vista no vio nada extraño en su interior, pero tras mirar detenidamente descubrió un cuerpo que flotaba en el agua a unos dos metros de profundidad, según declaró a los investigadores.La Guardia Civil, alertada por este testigo, se personó en el lugar poco después y solicitó la presencia de dos vehículos del Consorcio de Bomberos de Valencia, de los parques de Torrent y Silla, para extraer el cadáver, que se encontraba en avanzado estado de descomposición. El rescate se produjo ya de noche.
Después de que el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Requena, de guardia el viernes, efectuara el levantamiento del cadáver, éste fue trasladado de madrugada al Instituto Anatómico Forense de Valencia para que le practicaran la autopsia. El juez ha decretado el secreto del sumario.
Los bomberos volvieron a ser requeridos en la mañana de ayer por la Guardia Civil para que desecaran el pozo, de modo que los agentes pudieran inspeccionar su interior en busca de pistas que permitan esclarecer el caso.
Fuentes de la investigación detallaron que la mujer asesinada tenía una estatura y un peso medio, se encontraba desnuda y estaba indocumentada. Por ahora, los forenses sólo han podido precisar que tenía entre 18 y 50 años, y se desconoce el tiempo que llevaba muerta. Para poder identificarla, la Guardia Civil dispone de algún objeto personal hallado junto al cadáver, así como sus huellas dactilares, que se encuentran en buen estado. Los agentes, que van a cotejar los datos con los de otras mujeres desaparecidas en la zona, creen que el homicida conocía muy bien la zona porque no hay muchas personas que supieran de la existencia del pozo.
Por otra parte, un agricultor encontró a las 17.00 de ayer en la acequia de El Racó, en Puçol, el cadáver de un hombre de unos 25 años. Estaba desnudo y tenía golpes en la cabeza, por lo que el primer examen forense apunta a una muerte violenta, aunque no se descarta que cayera accidentalmente.
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