Enric Valor

El grupo popular de las Cortes Valencianas ha votado en contra de una propuesta de la oposición en la que se solicitaba que la Comisión de Educación elevase al Consell la petición de concederle a Enric Valor, a título póstumo, la Alta Distinción de la Generalitat. Parece ser, según he podido leer en la prensa, que la diputada del PP, Carmen Nácher, ha declarado, como justificación a esa negativa de los centristas-progresistas del PP valenciano, que "hay otros autores que también tienen su importancia" y que "la concesión del galardón a Enric valor habría supuesto un agravio comparativo con respecto a otros escritores". ¡Coño! ¡Pues que suspendan la Alta Distinción! Porque, se conceda al escritor que se conceda, siempre habrá otros que se sientan agraviados por considerarse con más méritos que el agraciado. ¡Qué bobada es ésta! Pero es que, además, ésta no es una distinción que se da una vez ¡y se acabó lo que se daba! Ésta es una distinción que se concede todos los años. Y al que no le toque la suerte en el presente, le tocará en el siguiente. Y si no en el otro. Hi ha més dies que llonganisses, filla meua! Si por esta razón fuera, no podría concederse ninguna distinción semejante, ningún premio. Ni los Premios Cervantes, ni los Jaume I, ni los Príncipe de Asturias... ni tutti quanti. ¡Ni siquiera los premios Nobel! Siempre, y en todos estos casos citados, habrá quienes se sientan "agraviados comparativamente". A mí me gustaría que esta lumbrera de la política -me refiero a la susodicha Carmen Nácher- nos dijése quién -o quienes- podrían ser premiados por la Alta Distinción sin tener en cuenta que "hay otros autores que también tienen su importancia".Claro que esto de las distinciones, premios y nombramientos es según se mire. Me llega la noticia de que el presidente de la Diputació de València, el Excmo. Señor don Fernando Giner, ha tenido a bien nombrar director de la Institució Alfons el Magnànim al profesor Juan Ferrando Badía. No se trata de una Alta Distinción, en este caso, sino de una canonjía. Me pregunto si el señor Giner no habrá tenido en cuenta que también, en este caso, habrá quiénes se hayan sentido "agraviados comparativamente". Y esta nominación es más importante que la Alta Distinción. Lo digo desde el punto de vista crematístico. Esta dirección es un modus vivendi. Pero, claro, se trata de un "amiguete". Es decir, un blaveret como el señor Giner. En una palabra un correligionario, un "anticatalanista" que en los años de la transición arengaba a todas las "paquitas/tos rebentablenaris", reunidos en la calle Cavallers, encaramado a uno de los ventanales del Palau de la Generalitat, ya se pueden ustedes imaginar a favor y en contra de qué.

En fin, no vale la pena seguir. Al maestro Enric Valor se le niega la Alta Distinción de la Generalitat. A Juan Ferrando Badía se le pone al frente, ¡nada menos!, que de la Institució Alfons el Magnànim. ¿Qué más quieres, Baldomero, si eres rico y con dinero? ¡Con dinero del erario público! Que es el que más gustirrinín da a la hora de gastar.