"La ciudad de Madrid es incompatible con mi proceso de creación"
Toda vida es una sucesión de etapas, y la que ahora le toca a la pintora y escultora Begoña Haendler Mas (49 años) no es una de las peores. Estudió arquitectura y después se dedicó a su primera etapa como escultora. Trabajaba "para una galería que se ocupapaba de todo, de la venta de los obras, era como su niña mimada". Después llegó el matrimonio y los trabajos de madre. Una sucesión de enfermedades e intervenciones quirúrgicas, rematadas por problemas familiares, terminaron con aquella etapa. Ahora, en su casa de Los Negrales, cerca de Villalba, debuta de nuevo como artista y crea esculturas en barro refractario y esmalte, que cuece en un horno instalado en el sótano. Ha empezado de nuevo en el arte y desde la pasada semana expone, junto a otras tres artistas, en el Espacio Para el Arte que la Obra Social Caja Madrid tiene en Aranjuez.Pregunta. ¿Le ha costado mucho ponerse otra vez en marcha con su obra artística?
Respuesta. Cuando pedí en Caja Madrid un espacio para exponer, no pensé que me lo concedieran a la primera. La verdad es que estoy desconectada y asustada, pero me parece que soy buena.
P. ¿Cómo lleva a cabo sus obras?
R. Últimamente utilizo sobre todo barro refractario de alta temperatura y esmalte al fuego, pero, como ceramista, soy un poco olé olé, no sigo una técnica establecida; me gusta mucho experimentar y a veces me llevo sorpresas, porque no suelo hacer pruebas. Y pasa que meto una pieza en el horno y donde yo calculaba que iba a salir azul y liso, sale rojo y con burbujas.
P. ¿Qué trata en sus obras?
R. Me encanta hacer cosas hiperrealistas pero imaginadas. Yo reflejo un tema marino, pero en realidad no tiene nada que ver con el objeto real. Se ve un percebe, pero la piel, la concha, los colores, no tienen nada que ver con los de un percebe; y lo mismo pasa con las flores, o con guantes, sujetadores o la colección de espejos para no verse, objetos que presento en esta exposición.
P. ¿Qué tiene en común con las otras artistas?
R. Somos muy distintas, supongo que Caja Madrid ha querido hacer una exposición de mujeres creativas.
P. Vive muy lejos de la gran ciudad. ¿Eso es mejor o peor para la creación?
R. Es imprescindible. Madrid es incompatible con mi proceso de creación, que consiste en meterme sola en mi sótano y trabajar como una hormiguita sólo con mi mente. Primero me fui a vivir a Majadahonda, pero luego empezó a llenarse y me vine más lejos. De Madrid me asusta que para hacer dos recados tardas todo el día, y me da miedo la masa, me horroriza el tráfico y la imposibilidad de aparcar. Echo de menos el Madrid que conocí hace 15 años, pero todo cambia.
Begoña Haendler, Juana Bouso, Gallego Dávila y Charo Yagüe, en el Espacio para el Arte. San Antonio, 49. Aranjuez. De lunes a sábado. Hasta el 8 de junio.
