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Distorsión de objetos cotidianos

Con el empleo de las técnicas habituales en la fotografía publicitaria e industrial, Eloy A. Esteban (Zaragoza, 1958) ha preparado su primera exposición creativa que lo mismo bebe de las fuentes de las vanguardias más coloristas que de los últimos recursos creados para elaborar la imagen en estudio. El resultado, que se presenta desde hoy y hasta el próximo 23 de junio en la sala de exposiciones del Archivo del Territorio Histórico de Álava, es una selección de 12 fotografías de gran formato que llevan el título genérico de Fosfeno.El autor ha elegido bien el nombre que quería dar al trabajo en el que ha estado enfrascado en los dos últimos años. Fosfeno (que comparte raíz griega con la disciplina artística en la que trabaja Eloy A. Esteban) es esa "sensación visual producida por la excitación mecánica de la retina o por una presión del globo ocular". Y algo queda de esa impresión cuando se recorre la exposición.

Objetos tan triviales como un puñado de muelles, unos vasos de plástico o unas bolas de goma puntadas pierden todo su significado en este trabajo. Gracias al uso de la luz polarizada y a emplear colores saturados, utilizando una cámara de gran formato y una película que resalta el contraste de los colores, el fotógrafo ha dado una nueva vida a estos objetos triviales. Son bodegones en los que la imagen es ajena al uso cotidiano de los materiales empleados, como ocurre también en esas fotografías realizadas con microscopios de gran potencia, con las que éstas tienen una curiosa cercanía.

Como señaló el propio creador, "el hecho de que el encuadre y la aproximación sean determinantes ha llevado a esta distorsión de las figuras reales". Por otra parte, el fondo sobre el que están montados estos peculiares bodegones es siempre negro, sea terciopelo o espejo de ese color al que se han anulado los brillos. Esta última operación también se ha llevado a cabo con los vasos, pelotas y muelles utilizados, gracias al uso de la citada luz polarizada.

Este último recurso es algo habitual para Esteban. "Llevo trabajando desde hace casi veinte años siempre por encargo y, principalmente, para publicidad, donde se emplean este tipo de técnicas; sin embargo, en mi trabajo diario siempre están los condicionantes del cliente; en esta colección he trabajado por vez primera en libertad", dijo ayer con la timidez propia del debutante.

Los conocimientos técnicos del fotógrafo llegan hasta el soporte sobre el que ha plasmado las diapositivas originales, el llamado cibacrom, un poliéster que realza aún más los colores de estas figuras de aire geométrico y pop.

Eloy A. Esteban prepara en la actualidad otra serie de imágenes sobre las consecuencias de imprimir tensiones en objetos de celofán o metacrilato, entre otros materiales. "Es un trabajo muy difícil porque necesito la colaboración de más personas, gente que trabaja en laboratorio; tiene que ver con lo que presento en Vitoria, de estudio de la distorsión de la realidad", concluyó.

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