Los Suaves repasan sus dos décadas volcadas en el rock urbano
Dos décadas en activo y una decena de elepés constituyen una marca al alcance de muy pocos grupos españoles. Uno de esos conjuntos es Los Suaves, cuarteto gallego que ha atravesado los años ochenta y los noventa fiel a un sonido rockero, a un espíritu urbano y a unas letras sentidas y aferradas a la calle. Una fidelidad que también ha quedado plasmada en su último álbum, Víspera de todos los santos (Universal), que presentan mañana en la sala Jam de Bergara y el sábado en la sala Gares de Puente la Reina."El que nos haya visto en directo no se va a llevar fundamentalmente ninguna sorpresa: no descuartizamos a la gente ni hacemos cosas del otro jueves, sencillamente somos una banda de rock que intenta que la gente lo pase bien, como nosotros. Son simplemente canciones, aunque hay algún efecto de no sé qué, alguna tontería aquí,... Pero para nosotros un concierto de Los Suaves son principalmente las canciones", asegura el guitarrista Alberto Cereijo refiriéndose al espectáculo que han preparado para presentar un disco que incluye un tema titulado irónicamente No me gusta el rock and roll.
Una canción que, por cierto, no da precisamente la razón a Lenny Kravitz cuando canta aquello de "el rock and roll ha muerto". Igual que no se la da Cereijo: "Lo diga quien lo diga, el rock and roll sigue estando vivo. No tienes más que salir a la calle y ver lo que se oye. Incluso las nuevas tendencias tienen influencias rock; éste también sufre a veces influencias, mutaciones, pero sigue habiendo espíritu rock en casi todo lo que oímos".
Militancia rockera
Dicha fe y militancia rockera es una de las principales señas de identidad de Los Suaves desde que se reunieron hace 20 años en Ourense, cuando empezaron a destacar dentro de la segunda oleada del rock urbano. Desde entonces han pasado cuatro lustros, pero ello no ha hecho mella en su ilusión. "Si no tuviéramos la misma que al principio no seguiríamos en esto, ni sacaríamos otro disco, ni saldríamos a tocar, ni nada de eso. Sin la misma ilusión, no te meterías en un lío de estos nunca. Ni aun siendo un medio de vida, ya que si te lo planteas así también puedes vivir de otras cosas", apunta el guitarrista.
Ellos se han ganado el pan con sus instrumentos, lo que les avala para analizar el estado actual de la escena musical española: "Ahora hay muchos más grupos, pues antes era más difícil comprarse equipo y ahora también hay más lugares de enseñanza donde la gente se puede iniciar. Esto ha ayudado a que los grupos que hay ahora técnicamente sean mejores, tengan más oportunidades, tengan más sitios donde tocar... Hombre, la cosa si ha mejorado, lo cual no quiere decir que aún no nos quede bastante camino. Lo importante es no dormirse, seguir hacia adelante y seguir luchando, porque nos queda mucho por hacer".
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