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Un plan pionero logra la inserción laboral de jóvenes tutelados por Asuntos Sociales

Si para un joven que tiene el respaldo económico y afectivo de una familia es difícil encontrar trabajo, para un adolescente que ha pasado casi toda su vida en centros de acogida y que a los 18 años deja de estar tutelado por la Junta, supone un abismo muy duro de superar. Para ayudar a estos jóvenes, la Junta ha desarrollado en los últimos dos años un proyecto pionero que ha logrado la inserción laboral de 153 chavales. La Consejería de Asuntos Sociales pretende garantizar la continuidad del programa.

El proyecto incluye desde talleres para reforzar habilidades personales y cursos de orientación profesional, hasta clases sobre técnicas de búsqueda de empleo. El objetivo no es proporcionarles un trabajo, sino dotar a los jóvenes de las herramientas necesarias para puedan encontrarlo por sí mismos.Si para cualquier joven, la salida laboral es importante; para estos chavales, resulta imprescindible. Por eso, la Consejería de Asuntos Sociales decidió en 1998 apoyar el proyecto Labora, una iniciativa pionera en Andalucía, cofinanciada entre el Fondo Social Europeo (75%) y la Junta (25%) y desarrollada por la Fundación Diagrama.

Resultados

Tras dos años de talleres y cursos, 153 de los 350 adolescentes que participaron en la iniciativa han alcanzado su meta: tener un empleo. "Les hemos enseñado a pescar", resume Francisco Álvarez, psicólogo de la fundación que gestiona el proyecto.

Los jóvenes que participan en el proyecto no tienen padres o proceden de familias desestructuradas a las que la Junta les ha retirado la custodia. Son adolescentes con dificultades sociales a los que se intenta facilitar el paso a la vida laboral y, por tanto, a su autonomía.

El diagnóstico del colectivo hecho por la fundación confirma la necesidad del programa. Estos jóvenes demuestran una falta de confianza "que dificulta que establezcan contactos constructivos" con su comunidad, desconocimiento de los servicios de apoyo que ofrecen las instituciones públicas, al tiempo que su entorno socioeconómico "actúa como barrera para su desarrollo profesional".

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Para hacer frente a esta realidad, un equipo de 20 personas en toda la comunidad trabaja con cada uno de los chavales a fin de diseñar un plan de trabajo individualizado. Se tiene en cuenta su formación y sus expectativas. Por su preparación, la mayoría busca una salida laboral en albañilería, fontanería, peluquería, ayuda a domicilio, hostelería o comercio.

La participación en el programa ha sido bastante equilibrada: en torno a un 60% varones y el resto mujeres. La iniciativa se ha desarrollado por primera vez en la comunidad, pero la Consejería de Asuntos Sociales pretende que no quede en un proyecto aislado, sino que tenga continuidad a fin de consolidar un sistema que abra puertas a los chavales.

Esta primera experiencia ha supuesto una inversión de 165 millones de pesetas y incluido tanto a adolescentes que actualmente están tutelados por la Junta como a otros que ya han adquirido la mayoría de edad. Todos tenían entre 16 y 18 años.

Incorporación precoz

Álvarez subrayó que mientras un joven que vive con su familia puede retrasar su entrada en el mercado laboral hasta los 28 o los 30 años, en estos casos urge que el trabajo se encuentre mucho antes. "Esa incorporación tiene que ser más precoz", según el psicólogo.

Álvarez explicó que parte del trabajo del equipo consistió en descubrir el "currículum oculto" de los jóvenes, es decir, habilidades que por su baja estima o por el temor a las entrevistas de selección, no afloraban: "Lo importante de esta experiencia es que los chavales venzan el miedo y la ansiedad respecto al mercado de trabajo, porque una vez que han conseguido uno o dos empleos, se sienten seguros".

La iniciativa ha sido recogida en un manual de inserción laboral titulado El triángulo que hace empleo. El nombre alude a los tres aspectos sobre los que trabaja el equipo: el mercado laboral, la persona en concreto y un proyecto individualizado, adaptado a sus capacidades y expectativas. Inicialmente el programa estaba pensado para 250 jóvenes, pero a tenor de la demanda -580- fue ampliado a 350.

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