"No creo que ningún compositor escriba para ser elitista"

Häkan Hardenberger (Malmö, Suecia, 1961), uno de los trompetistas más destacados del panorama clásico de la música, no tiene vocación de mecenas, pero la practica. El músico ha logrado abrir nuevos horizontes para un instrumento solista poco usual y ha convertido su repertorio en una buena carta de presentación de los compositores contemporáneos. Hardenberger ofrece durante estos días cinco conciertos con la Sinfónica de Euskadi en el País Vasco y Navarra.Pregunta. Sus programas suelen incluir obras contemporáneas. ¿Es un intento de apoyar a los nuevos creadores?

Respuesta. Si sólo tocara música antigua me sentiría como si trabajara en un museo. La música para mí es algo que está vivo y que necesita renovarse. Quizá por eso, he sido el primero en incluir obras actuales en mi repertorio.

P. ¿Cree que es una tendencia que va generalizándose?

R. La programación está cambiando y tiene que hacerlo. Los conciertos de la época de autores como Beethoven ofrecían piezas contemporáneas en sus programas; sólo en raras ocasiones se incluían obras más antiguas. Ha sido en el siglo XX cuando nos hemos empeñado en tocar sin parar las mismas cosas.

P. ¿Por qué? ¿Cree que no se escriben obras de la misma calidad?

R. En absoluto. En todo caso, si no tocamos a los nuevos, nunca lo podremos saber.Sólo el tiempo dirá quienes son buenos o malos. Yo trato de hacer mi propia elección y toco las cosas que me gustan.

P. La trompeta solista se asocia sobre todo al jazz y menos a lo clásico. ¿Es más válido para la improvisación?

R. Creo que simplemente lo utilizaron los americanos porque es un instrumento barato. Tiene, eso sí, la cualidad de ser muy directo, muy físico; puede tocarte de lleno. El jazz ha sido una parte muy importante de su historia, pero es un instrumento que tiene una larga tradición. Cada cultura tiene una trompeta en sus orígenes.

P. Pogorelich dijo en una entrevista que los auditorios deberían ofrecer programas educativos. ¿Está de acuerdo?

R. Por supuesto. Ya están haciéndolo en algunos sitios. Lo más importante, en todo caso, es educar a los niños a escuchar música y a que la hagan, porque si no, no tendremos una audiencia. Me gusta ver fútbol porque jugué a fútbol y lo mismo ocurriría con la música clásica.

P. ¿Cree que es elistista?

R. No lo es en su naturaleza. No creo que ningún compositor escriba con esa ambición. Sin embargo, la música no es comercial, cuesta mucho dinero. Y en otros tiempos lo fue porque alguien -los reyes, la Iglesia- pagaba por ello. Desde hace algunos años tenemos la oportunidad de hacer música para todos. Pero corremos el riesgo de volver a lo mismo si, como en algunos países, se incide cada vez menos en la educación o se apoya menos a las orquestas.