La Diputación vizcaína no ha decidido aún cómo venderá sus edificios en Bilbao
La Diputación de Vizcaya aún no ha decidido cómo venderá su veintena de inmuebles para el traslado a una única sede en la futura área de Abandoibarra. La operación inmobiliaria más importante de Euskadi, con un coste de 15.000 millones de pesetas, podría llevarse a cabo mediante una permuta, la venta en bloques o de edificio por edificio. La sociedad Abandoibarra S.A., creada únicamente para esta operación, tomará una decisión a lo largo de este año e incluso podría retrasarla a 2001, según un portavoz foral.
Los plazos fijados en septiembre de 1998 por el diputado general Josu Bergara parece que se van a demorar. Entonces, se hablaba de diciembre de este año para ejecutar el contrato de compra-venta, pero en aquella época el mecanismo elegido era la permuta, en vez de la venta directa. Contrato justificado porque evita las labores de gestión a la Diputación, permite un proyecto llave en mano, reduce la mudanza a un único traslado -al final de todo el proceso- y obliga a una rápida conclusión del nuevo edificio para que los compradores puedan ir vendiendo los inmuebles enajenados.El pasado año se cambió la idea y los responsables forales planteaban la venta, uno por uno, de los 19 inmuebles desperdigados por Bilbao mediante una subasta. La justificación se centraba en aprovechar el tirón inmobiliario de la capital vizcaína y el interés mostrados por distintos grupos en las ferias en las que la Diputación ha presentado esta oferta. Ahora, no vuelve a estar tan claro. "No se descarta aún ni la venta edificio por edificio ni la venta conjunta. El único caso claro es el de Acción Social [situado frente al Palacio Foral y con problemas en su estructura] que se vaciará y se venderá", señala un portavoz oficial de la diputación.
"Es el mercado el que te marca y por eso se ha creado también la sociedad pública Abandoibarra", añade. Ésta se constituyó el pasado año y tiene la novedad de la participación de todos los partidos políticos de las Juntas Generales en el consejo de administración. Su labor es gestionar toda la tarea del desprendimiento de los edificios actuales y el posterior traslado a Abandoibarra. "Quietos no estamos, se está trabajando para saber cómo lo vamos a hacer. Entre este año y el próximo se tomará la decisión".
El calendario fijado en 1998 por Bergara preveía iniciar la construcción de la torre de Abandoibarra en 2001 y finalizarla en 2003, con la intención de ocupar la nueva sede, de cerca de 50 plantas y más de 50.000 metros cuadrados de superficie, en junio de 2004. El margen de tiempo con el que trabaja la sociedad Abandoibarra viene posibilitado por la imposibilidad de acometer la construcción de la torre en estos momentos, porque la estación de mercancías de Renfe -que ocupa la zona reservada a la torre- seguirá en Abandoibarra hasta que se traslade, no antes de 2001, al Puerto de Bilbao.
El Departamento de Hacienda asegura que actualmente no existen ofertas concretas por los edificios forales aunque "si interés de varios grupos".
La magna operación salvó el pasado año el principal obstáculo al lograr la recalificación de uso de los edificios, del actual de equipamiento al terciario, por parte del Ayuntamiento de Bilbao. Sólo mantendrá su calificación urbanística la sede de la Hacienda foral.
El traslado a Abandoibarra obligará a desprenderse a la Diputación de inmuebles como el Sota Albia, que acoge el área de Obras Públicas, el de Obispo Orueta, donde están los Departamentos de Empleo y Promoción Económica, o el edificio Delclaux, que tiene a Urbanismo y Medio Ambiente.
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